UNA RAZÓN DE PESO
Esta medida afectará sobre todo a los camiones que se encargan del transporte de mercancías pesadas. El gran peso de sus cargas aumentan el desgaste de la calzada.
En España existe todo tipo de radares: fijos, móviles, de tramo, veloláser, de semáforo, en cascada, de cinturón, etc. Hasta 2.820 'controladores' de tráfico encontramos por las carreteras españolas. Estos permiten detectar la velocidad de otros conductores estando en movimiento con el fin de garantizar la seguridad vial.
El tráfico de grandes camiones es uno de los principales motivos por los que las carreteras se deterioran. Esto no es novedad. Lo que sí lo es la implantación de radares de 'sobrepeso' para establecer un control sobre las cargas que transporten este tipo de vehículos.
Esta medida ha sido adoptada en Nueva York. La ciudad que nunca duerme ha anunciado que, de ahora en adelante, empezará a vigilar mediante sensores el peso de los vehículos comerciales que atraviesan la autopista Brooklyn-Queens y multar a aquellos camiones que circulen con sobrecarga.
Se trata del primer sistema automatizado del país que permite calcular el peso por eje y el peso bruto de este transporte sin necesidad de que paren. Es decir, mediante el sensor sabrán la carga que lleva el camión mientras este se encuentra circulando por la autopista, según explica el Departamento de Transportes de la ciudad.
Los mencionados sensores de pesaje se sincronizan con las cámaras existentes para registrar la matrícula de los vehículos comerciales que excedan el máximo de carga permitido. De esta manera 'la Gran Manzana' protege una de sus carreteras con más historia (fue inaugurada en 1954). La autopista Brooklyn-Queens se encuentra en un alarmante estado de corrosión y desgaste.
Desde este mismo instante estos radares de 'sobrepeso' han iniciado su periodo de 90 días de prueba. Los conductores que incumplan con el límite de carga se expondrán a multas de 650 dólares. Medidas contra el exceso de peso de los coches también se han tomado en otros países como Francia, donde los coches que excedan una cierta masa empezarán a pagar un extra por acceder y aparcar al centro de ciudades como Lyon o París.
Este nuevo tipo de radares parecen una idea muy interesante para gestionar el desgaste de las carreteras. Incluso podría introducirse en España para evitar el deterioro de sus autopistas y autovías. Una razón de peso para buscar implantarlos.