ACTIVOS EN OCHO DE ELLAS
La aplicación SocialDrive informa que (por ahora) son ocho las localidades que han desplegado su arsenal de radares móviles
La llegada de una nueva normativa implica la necesidad de llevar a cabo controles para cerciorarse de que los implicados la están respetando. Y eso es lo que ha hecho la Dirección General de Tráfico (DGT) y las autoridades locales: desenfundar sus radares móviles para interceptar a aquellos conductores que están circulando por encima de los nuevos límites de velocidad.
Fue el pasado 11 de mayo cuando las calles con un único carril por sentido de la circulación y aquellas con plataforma única de calzada y acera pasaron de 50 km/h a 30 y 20 km/h, respectivamente. A pesar de que ha habido una moratoria de seis meses para conocer y adaptarse a la nueva normativa y de que hay ciudades que, por ahora, van a ser más laxas… hay otras que ya han comenzado la vigilancia.
Aunque la medida afecta a entre un 60 y un 70 % de las calles de España, informaba SocialDrive, la aplicación para compartir datos de tráfico en tiempo real, que (por ahora) son ocho las localidades que han desplegado su arsenal de radares móviles camuflados en el interior de vehículos o parapetados detrás de diferentes objetos. Dispositivos con los que se han cruzado los conductores de Almendralejo (Badajoz), Baracaldo (Vizcaya), Cáceres, Castro-Urdiales (Cantabria), Málaga, Palencia, Valladolid y Zaragoza.
¿Cómo están multando los radares de ciudad?
En el momento en el que un conductor supere en 1, 21, 31, 41, o más 41 km/h el límite genérico fijado estará cometiendo una infracción grave o muy grave: todo dependerá del exceso cometido sobre esos máximos (20, 30 o 50 km/h). Tal y como establece el nuevo Artículo 50 del Reglamento General de Circulación, los conductores podrán ser sancionados con castigos económicos (de 100, 300, 400, 500 y 600 euros) y con la pérdida de puntos. En los casos menos graves (el primer nivel) no se dará esta pena, pero en el resto se detraerán 2, 4 o 6 puntos.
Reducir la siniestralidad vial
En su momento, el Ministerio de Interior explicó que esta línea de actuación aspira a “reducir cinco veces el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello, es decir, permitirá rebajarlo en un 80%. Se trata además de una medida necesaria a la vista de que el 82% de los fallecidos en ciudades en 2019 fueron usuarios vulnerables: peatones, ciclistas y motoristas. Además, los nuevos límites no generarán más tráfico urbano”.
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