SEGÚN UN ESTUDIO
El ‘incivismo vial’ es un fenómeno muy extendido y, probablemente, como conductor lo has sufrido en primera persona porque es un problema que afecta a (casi) la mitad de los propietarios de un vehículo: daños inesperados sin una nota para resolver la situación como debería. Un estudio de Línea Directa hace una radiografía de este tipo de vandalismo
Un retrovisor que pende de un cable. Una puerta rayada. Una luna Rota. Un golpe en la carrocería. Y ninguna nota. Puede que alguna de estas situaciones te resulta familiar porque la hayas vivido en primera persona o porque conozcas a alguna víctima: lógico si tenemos en cuenta que casi la mitad de los conductores españoles han sufrido daños en su coche… y casi un millón los ha provocado.
La primera es la principal conclusión del estudio ‘Stop Incivismo. ‘Pasar la llave’: radiografía del vandalismo vial en España’ elaborado por la Línea Directa. Como veis, no es el único dato relevante: el informe también desvela cuántos conductores han urdido estas venganzas, los tipos de actos, los motivos y qué coste supone tanto para los propietarios como para las aseguradoras.
Las cifras
Los datos de Línea Directa son tajantes: el 45% de los conductores españoles afirma haber sufrido vandalismo en sus coches en alguna ocasión, es decir, 12,3 millones de usuarios. Además, 11,7 millones (43%), se han encontrado su coche con daños sin que el otro conductor le haya dejado sus datos.
No es la única cifra sorpréndete: alrededor de 850.000 conductores (3%) confiesan que han estropeado otro coche adrede y 3,1 millones (11%) admiten haber abandonado el lugar sin dejar sus datos al perjudicado. A esto hay que sumar que unos 900.000 conductores reconocen haber rayado su propio coche para poder dar un parte a la aseguradora y pintarlo.
El coste para el propietario
No en vano, el 40% de los partes sin contrario que se dan en España responden a dos motivos: provocar daños en un coche de forma intencionada y darse a la fuga. Línea Directa ha hecho las cuentas y, según sus estimaciones, el coste que asumen las compañías de seguros, cada año, estaría en torno a los 930 millones de euros.
A esta cifra habría que sumar aquellos casos en los que el arreglo corre a cargo del propietario del vehículo damnificado. Cuando hay fuga, tiene que responsabilizarse en el 41% de los casos porque no tiene un seguro a Todo Riesgo: este porcentaje crece hasta el 54% en el caso de los actos vandálicos. Las aseguradoras, por su parte, pagan el 50% de los daños causados por los conductores a la fuga y el 37% de los partes de vandalismo. En ambos casos, el coche se queda sin reparar en el 9% de las veces.
Las razones
El estudio desvela, también, qué actos vandálicos son los más frecuentes: arañazos en la pintura, daños en los retrovisores y la rotura de lunas. Y, por último, da los motivos de aquellos conductores que han reconocido haber dañado algún vehículo ajeno: venganza personal porque el coche dañado estaba mal aparcado o, simplemente, porque era nuevo. Cuando se han ido sin dejar sus datos ha sido por pánico, porque les habían hecho lo mismo anteriormente o para no encarecer el precio de su seguro.