Conducir con niebla es más estresante y peligroso que en condiciones ideales, pero con precaución, los riesgos se pueden minimizar
La regla de las 3V te ayudará a minimizar los riesgos cuando conduzcas con niebla, una de las situaciones más peligrosas a las que te puedes enfrentar.
A lo largo del día, un conductor se enfrenta a innumerables situaciones de peligro que se resuelven gracias a los diferentes elementos que el conductor tiene a su alcance: los conocimientos que ha consolidado en su aprendizaje, la información que le proporcionan sus sentidos...pero cuando los sentidos precisamente no pueden ofrecer toda la información suficiente, la situación se puede volver crítica.
Conducir con niebla es una de esas situaciones. La visión es, al fin y al cabo, el sentido más importante a la hora de conducir, y si no contamos con una buena visibilidad las probabilidades de sufrir un accidente se multiplican. Las autoridades consideran conducción con niebla cuando la visibilidad se encuentra entre 200 y 1000 metros y conducción con niebla espesa cuando la visibilidad no supera los 200 metros.
Si tienes que conducir con niebla espesa, recordar la Regla de las 3V es una forma fácil y rápida de mejorar tu seguridad, así como la del resto de usuarios de la vía. Esta regla mnemotécnica hace referencia a tres factores básicos a la hora de conducir: la velocidad, la visibilidad y la presencia de un vehículo delante del nuestro. Con estos tres datos, la Regla de las 3V nos servirá de ayuda para adaptar nuestra conducción a las condiciones del ambiente en caso de baja visibilidad.
La Regla de las 3V nos dice que los datos de visibilidad, velocidad y distancia con el vehículo que nos precede deben ser igual, de forma que si tenemos una visibilidad de unos 100 metros, deberemos circular, como máximo, a 100 km/h siempre que la velocidad máxima de la vía así lo permita, y tendremos que dejar una distancia con el vehículo que nos precede de otros 100 metros. Ah, y recuerda utilizar la iluminación de forma correcta y no realizar adelantamientos sin buena visibilidad.