Reino Unido hará oficial hoy un plan para expulsar los vehículos con motores diésel y gasolina de aquí a 2040. Se trata de un plan que sigue los pasos de otras estrategias ya vistas en países como Noruega, Holanda o Francia, pretendiendo fijar
una hoja de ruta para acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica y eliminar el uso de combustibles fósiles en las carreteras.
El plan prohibirá por completo la venta de vehículos movidos por motores de combustión interna en 2040, sin embargo hasta la llegada de la completa prohibición se irán instaurando medidas que busquen la expulsión y encarecimiento de este tipo de vehículos. Estas medidas se aplicarán de forma paulatina y tendrán mayor incidencias en los vehículos diésel y en los núcleos urbanos más castigados por la contaminación. Se trata de un plan muy ambicioso donde
en 23 años se pretende haber eliminado por completo cualquier rastro de vehículos con motor diésel o gasolina. A falta de conocer más detalles sobre las medidas a imponer, serán los ayuntamientos los que establecerán los marcos reguladores de aquí a 2040, enmarcándose todas esas medidas en un plan global cuyo único fin no puede se otro que el incentivo de la movilidad alternativa ya sea mediante eléctricos a baterías o pila de combustible.
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