El
Renault Zoe no es hoy por hoy una novedad. El utilitario eléctrico francés fue lanzado en 2012, y hoy por hoy, es uno de los eléctricos más vendidso en Europa, con
más de 50.000 unidades entregadas a clientes. Renault es líder en movilidad eléctrica, con 100.000 unidades vendidas desde que iniciara el programa Z.E. en 2011. Aunque Renault tiene una cuota de mercado del 25% en nuestro país en el segmento de las cero emisiones, las ventas de eléctricos siguen siendo testimoniales. La actualización del Renault Zoe quiere convencernos de que
los eléctricos con cada vez una opción más viable como primer coche. El dato: el nuevo Renault Zoe tiene nada menos que 400 km de autonomía. Este incremento de autonomía es un gran paso adelante con respecto al Renault Zoe R240, con 240 km de autonomía según el ciclo europeo NEDC. Los R240 pasan a ser ahora las versiones básicas de la gama Zoe, que disfruta de un nuevo tope de gama gracias a
su nueva batería, llamada "Z.E. 40". Es la principal novedad de la gama 2017 del Renault Zoe, que estéticamente apenas varía, más allá de la introducción de nuevas llantas de hasta 16 pulgadas, nuevos detalles de equipamiento y nuevas pinturas, como el "Gris Itrium" de nuestras unidades de prueba. Pero de eso os hablaremos un poco más tarde. Hablemos ahora de esta nueva batería, diseñada por LG Chem.
Tiene el mismo tamaño que la anterior batería, pero
su autonomía aumenta en 163 km hasta los 403 km, según ciclo NEDC. Es una batería de iones de litio, que pasa de los 22 kWh de la versión R240 a unos espectaculares 41 kWh. ¿Cómo lo han hecho? Las celdas de la batería están menos espaciadas y su propia estructura permite una
mayor densidad energética. A pesar de ser casi el doble de capaz, sólo es 15 kilos más pesada que la batería de 22 kWh. Con un consumo homologado de 10,25 kWh/100 km, logra esos 403 km de autonomía. La marca reconoce que su
autonomía real ronda los 300 km en circulación urbana y periurbana, con un consumo real de en torno a 13-13,5 kWh/100 km. En una conducción más bien invernal, o con mucha autopista, no recorreremos más de 210 km.
Exprimiendo los 400 km de autonomía del Renault Zoe
En su presentación internacional a la prensa, en Lisboa, Renault nos preparó una
ruta de unos 170 km de duración, en la que querían que exprimiésemos a fondo la autonomía del eléctrico. Esta ruta nos llevaría desde Lisboa hasta Óbidos, en la costa de Portugal, al norte de la capital. Antes de salir, colocaron una pegatina en el medidor de autonomía, retándonos a averiguar la autonomía restante al llegar al punto de destino. Un servidor y mi compañero de montura, Pablo de Km77, decidimos quitar la pegatina, para controlar más adecuadamente el consumo energético del coche. Completamente cargado, emprendimos rumbo al norte, por una ruta quizá demasiado profusa en poblaciones y carreteras secundarias de bajos límites de velocidad.
El Renault Zoe tiene
dos modos de conducción, un modo habitual y un modo Eco. El modo Eco simplemente reduce la potencia de la climatización y reduce la respuesta del acelerador, pero no modifica la retención del motor o la entrega de potencia. En nuestro caso, decidimos aprovechar los 92 CV y 225 Nm de par motor del Renault Zoe en una conducción habitual, sin tratar de ahorrar batería o aprovechar al máximo el poder regenerativo del motor de un coche eléctrico. Lo condujimos como si de un coche automático convencional se tratara, incluso realizando adelantamientos y acelerando con fuerza. Tratamos de darle un uso menos benévolo, en definitiva.
¿Cómo se comporta el Renault Zoe en ciudad y en carretera?
Es un coche al que es muy sencillo acostumbrarse.
Se conduce como cualquier coche automático, con la salvedad de que su aceleración es muy fuerte e instantánea hasta aproximadamente 60 km/h. Sólo tiene una marcha, por lo que la suavidad en su aceleración y movimientos es máxima. También sorprende su rodar silencioso, que no va de la mano de un aislamiento especialmente logrado: a partir de unos 60 km/h se dejan notar algunos ruidos aerodinámicos y de rodadura. Con todo,
su conducción es una experiencia relajante y fluida, con sólo algunos adelantamientos como puntos débiles. Sus 92 CV se quedan algo cortos, especialmente a partir de unos 70 u 80 kilómetros por hora.
Nuestra unidad estaba calzada con
neumáticos Michelin Energy EV, especialmente diseñados para vehículos eléctricos, con bajo coeficiente de fricción. Con 195 mm de sección y un buen perfil, y unidos a una suspensión de tarado confortable, permitían una experiencia a bordo cómoda y sin grandes sacudidas. El Renault Zoe no es un coche de sensaciones deportivas, ni pretende serlo: si apuras la curva algo más de la cuenta los
1.480 kilos que pesa se dejarán notar rápidamente, y si excedes el agarre de los neumáticos se iniciará un subviraje seguro y progresivo. Como seguro que podéis comprender, no muchos propietarios de un Zoe se irán de curvas con él. Me han gustado detalles del Zoe, como su
medidor de calidad del aire, o su instrumentación sencilla e informativa. Aunque en su interior abundan los plásticos duros, están bien ajustados y no nos da sensación de coche barato. Los asientos de cuero de nuestra versión Bose y su equipo de sonido contribuían a una sensación algo más premium. Tras
conducir 170 kilómetros bajo la lluvia y el viento, sin miramientos con el acelerador, llegamos al hotel. La autonomía restante era de 129 kilómetros. En nuestro caso, los 300 km de autonomía real se habrían cumplido. Algunos compañeros llegaron con hasta 170 km de autonomía restantes.
Al día siguiente, comenzó una prueba un tanto diferente. Una vuelta a Lisboa, casi exclusivamente por autopista. A 120-130 km/h, un coche eléctrico no es eficiente. Su batería se agota rápidamente, apenas puede hacer uso de la frenada regenerativa y el motor eléctrico gira a su máximo régimen. Incluso tratamos de explorar su velocidad máxima, limitada por electrónica a 142 km/h de marcador. Tras apenas 100 kilómetros, la autonomía restante del coche era de 90 kilómetros.
La autopista sigue siendo un Talón de Aquiles para los eléctricos, pero no es incompatible con ellos. Los coches eléctricos se desenvuelven mucho mejor en ciudad y alrededores, pero ya permiten buenos viajes.
Carga y recarga
La toma de corriente del Renault Zoe Z.E. 40 ha sido bautizada "Camaleón" por parte de Renault. Se adapta a la intensidad y potencia de los puntos de recarga, para garantizar la máxima velocidad de carga.
El Renault Zoe Z.E. 40 es compatible con puntos de carga rápida de hasta 43 kW de potencia. Los Renault Zoe enfocados a clientes particulares poseen el motor R90, pero existe una versión Q90, más enfocada a flotas y organismos públicos, con una recarga aún más rápida a costa de sacrificar algo de autonomía: según ciclo NEDC, los Zoe Q90 tienen una autonomía máxima de 370 km. La potencia máxima de recarga es de 22 kW para los Renault Zoe R90, frente a los 43 kW de los Q90.
Con una toma de corriente convencional tardaremos todo un día en carga el coche, pero con un Wallbox de 22 kW de potencia, cargaremos el 80% de su batería en 1 hora y 38 minutos. La rapidez de carga en estaciones públicas dependerá de su potencia y amperaje. La mejor opción sigue siendo la
instalación de un Wallbox en el garaje comunitario o vivienda individual, es la forma más rápida de cargar el coche eléctrico. Junto a la red de puntos públicos de recarga - en expansión, pero de baja calidad en nuestro país - siguen siendo puntos débiles del coche eléctrico. La autonomía y las prestaciones cada vez son menos problemáticas. En definitiva, vamos por el buen camino. Renault ofrecerá en el Zoe 2017 los
servicios Z.E. Trip y Z.E. Pass. Mediante el primero podremos localizar puntos de recarga mediante el sistema de infoentretenimiento R-Link 2.0. El segundo es una aplicación móvil desarrollada junto a Bosch, mediante la que podremos comparar precios de puntos de recarga y pagar mediante el teléfono. Este último servicio aún no llegará a nuestro país, verdaderamente atrasado en lo tocante a puntos de recarga.
Precios: ¿alquilo batería o la compro?
Renault ofrece la posibilidad de
adquirir un Zoe con su batería, o alquilarla. Si compramos el coche con su batería, no nos beneficiaremos de actualizaciones o mejoras, pero tendremos el control completo sobre su uso. Tiene una garantía de 8 años o 160.000 kilómetros (lo que llegue antes) y si su capacidad de carga es menor al 66%, será reemplazada. Supone un sobrecoste en el momento de comprar el vehículo. Pienso que es más cómodo y relajado alquilar la batería, ya que será reemplazada si su capacidad de carga baja del 75% y disfrutaremos de las mejoras que la marca vaya introduciendo gradualmente en la batería. A cambio, cedemos parte del control.
El precio del coche será más barato si alquilamos su batería, en dos modalidades:
Z.E. Flex: 69 euros al menos, con un máximo de 7.500 km anuales. Si hacemos más kilómetros se nos penalizará, pero se nos devolverá dinero si hacemos menos kilómetros.
Z.E. Relax: 119 euros al mes, con kilometraje ilimitado. Los
precios del Renault Zoe Z.E. para el mercado español son los siguientes:
Batería alquilada Renault Zoe Entry 22 kWh: 22.125€ Renault Zoe Life Z.E. 40: 24.625€ Renault Zoe Intens Z.E. 40: 26.425€ Renault Zoe Bose Z.E. 40: 29.225€
Batería en propiedad Renault Zoe Entry 22 kWh: 29.625€ Renault Zoe Life Z.E. 40: 32.125€ Renault Zoe Intens Z.E. 40: 33.925€ Renault Zoe Bose Z.E. 40: 36.725€
Equipamiento del Renault Zoe La gama del Renault Zoe se estructura en las versiones Entry, Life, Intens y Bose, siendo esta última una novedad. La versión Entry está enfocada a flotas y aunque es espartana incluye sistema de infotainment R-Link, llantas de acero y 15 pulgadas y aire acondicionado como equipamiento destacado. Sólo está disponible con la batería de 22 kWh. La única diferencia de la versión Life es que disfrutamos de la batería de 41 kWh. La versión Intens ya disfruta de llantas de 16 pulgadas, automatismos de luz y lluvia, nuevas combinaciones estéticas y climatizdor, entre otros aspectos. La versión Bose disfruta de colores exclusivos, un equipo de sonido de alto nivel y tapicería de cuero, entre otros detalles.