CADA VEZ PARECE MÁS CLARO
Los coches antiguos, los coches clásicos, son una de las grandes aficiones dentro del mundo del motor. Sin embargo, para muchos este tipo de coches son más que una afición o un entretenimiento: demuestran que las cosas, antes, se hacían de otra manera...
La evolución de la industria automovilística en las últimas décadas ha seguido una clara dirección hacia vehículos más eficientes, ecológicos y seguros. Los fabricantes han adoptado tecnologías avanzadas, con motores más limpios y eficientes, sistemas de asistencia a la conducción (ADAS), y materiales más ligeros que contribuyen a reducir el consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes. Esto ha hecho que los automóviles modernos ofrezcan menores niveles de contaminación y sean más seguros, con sistemas de frenado automático, alertas de cambio de carril y protección ante colisiones.
A pesar de estas mejoras, muchos mecánicos y entusiastas están de acuerdo en que los coches de décadas pasadas no tienen nada que ver en cuanto a robustez y durabilidad. Comparados con los vehículos actuales, los modelos antiguos cuentan con mecánicas más simples y resistentes, que priorizaban la longevidad y la facilidad de mantenimiento. Por ejemplo, el motor de un Mercedes 220se de finales de los años 50, tal como explica el mecánico detrás de la cuenta de TikTok @la_itv, sigue funcionando perfectamente después de 66 años.
En sus vídeos, este mecánico expone cómo, a pesar de su antigüedad, este modelo conserva una estructura impecable y detalles de alta calidad, incluso en el interior, donde la calidad de los acabados sigue sorprendiendo.
Una de las críticas comunes es que los coches actuales parecen diseñados para ser reemplazados cada pocos años, en lugar de ser construidos para durar. Los usuarios en redes sociales coinciden en que esta tendencia hacia una vida útil más corta obedece en gran medida a la lógica de consumo masivo, en la cual los fabricantes buscan reducir costes y lanzar modelos nuevos constantemente. Además, mientras que los coches modernos incluyen componentes electrónicos avanzados, estos a menudo resultan ser puntos débiles que requieren más mantenimiento y carecen de la simplicidad de los automóviles antiguos. Esto contrasta con la mecánica básica y fiable de los coches de antaño, que, como señalan los mecánicos y muchos usuarios en redes sociales, estaban construidos con un enfoque en la durabilidad.
Por otro lado, este debate sobre la durabilidad también se extiende a la percepción de calidad en los materiales. Muchos coches de los años 70 y 80, por ejemplo, se fabricaban con piezas metálicas de alta calidad, mientras que hoy en día es común que se utilicen piezas de plástico o aleaciones más ligeras que, aunque ayudan a reducir el peso y el consumo de combustible, no ofrecen la misma resistencia estructural. Este cambio tiene una repercusión directa en la durabilidad de los vehículos, ya que las piezas más modernas tienden a desgastarse o romperse con mayor facilidad.