Las nuevas marcas viales marcarán cuál es la trazada óptima para las motos
La Rioja ha vuelto a ser elegida para implementar un nuevo sistema piloto con la colaboración de la DGT, que pretende ayudar a uno de los colectivos más vulnerables de nuestras carreteras, los motoristas.
La Rioja quiere convertirse en todo un lugar de referencia para los motoristas. Sus carreteras de montaña y en especial la Ruta de los Tres Valles que recorre Najerilla, Iregua y Leza se convierten en un paraíso para todos aquellos que buscan disfrutar del paisaje al manillar de sus monturas y acumular kilómetros a sus espaldas. Gracias a la colaboración entre del Gobierno de La Rioja y la Dirección General de Tráfico, se han elegido algunos de esos itinerarios para poner en práctica nuevas iniciativas que pretenden hacer mucho más seguras esas vías tanto para los propios motoristas como para los conductores de automóviles con los que comparten dichas carreteras.
Precisamente la Ruta de los Tres Valles será una de las primeras en acoger un proyecto innovador que permite atraer turismo de dos ruedas con 188 kilómetros de preciosas carreteras que atraviesan 29 municipios de la comunidad autónoma. Los tres tramos piloto inaugurados en las vías LR-113, LR-250 y LR-341 estrenan de esta forma nuevas marcas viales horizontales que pretenden ayudar a los motoristas indicar la trazada más adecuada para la siguiente curva.
Este tipo de tramos están marcados con una señal vertical que informa que entramos en una sección de “Atención. Motos trazada recomendada”, a partir de la cual contaremos con marcas viales (pictogramas dispuestos de forma transversal) sobre la carretera que indicarán a los motoristas en qué parte de su carril deben situarse antes de llegar a la siguiente curva. Con esta medida se pretende de esta forma ayudar a uno de los colectivos más vulnerables en la carretera, permitiéndoles tener una referencia antes de las curvas que les ayude a posicionarse y adaptar su posición de conducción antes de afrontar el siguiente giro.
El sistema instaurado en La Rioja servirá como unidad laboratorio (tramos de unos 2 kilómetros de largo entre el Monasterio de Valvanera a la Venta de Goyo, el mirador del Cañón del Leza y ente Medrano y Daroca de Rioja) ante una posible implantación en otras vías del país en un futuro próximo si los resultados son favorables. De esta forma se facilita que los mototuristas puedan evitar errores al juzgar una trazada en una sección por la que discurren por primera vez, algo que también beneficiará al resto de usuarios de la vía, entre ellos los conductores que circulen por el carril contrario.
La Rioja está realizando un gran esfuerzo en este sentido después de que hace un año comenzaran con la implantación de nuevas barreras de seguridad para mitigar las posibles lesiones en caso de caída de un motorista o ciclista, así como la presencia de señales dinámicas que advierten la presencia de bicicletas circulando en secciones de escasa visibilidad.