Únicamente habrá tres unidades
El maletero es sustituido por una sección más propia de un yate de lujo que surca el asfalto
La firma británica siempre ha tonteado con la idea de unir algunas de las características propias de los yates de lujo a sus modelos, sin embargo, su última creación, el Rolls-Royce Boat Tail lo ha llevado seguramente al extremo. Se trata de una producción ultra-exclusiva que estará limitada a únicamente tres unidades y que recupera un concepto que ya empleó el fabricante de lujo en las primeras décadas del Siglo XX, con la zaga del vehículo imitando precisamente el casco de un yate de la clase J.
Puede parecer una producción casual, pero pasará sin duda a la historia de Rolls-Royce al ser considerado por la marca como el vehículo más caro de su historia, debido al gran trabajo que ha supuesto su ensamblado a mano y que los tres compradores (todas las unidades ya están asignadas) han participado activamente en todo el proceso de creación para así asegurarse de que no habrá dos Boat Tail iguales. El proceso ha llevado prácticamente tras años y comenzó cuando la firma descubrió que el Sweptail presentado en 2017 había despertado un gran interés.
Con unas dimensiones propias prácticamente de un yate de lujo, estamos frente a un Gran Turismo de altos vuelos con 5.900 mm de longitud y una carrocería dos puertas que permiten la entrada a los ocupantes para las plazas en disposición 2+2. En cuanto al apartado mecánico, se ha apostado por emplear el motor V12 biturbo de 6,75 litros y 563 CV que también emplea el Rolls-Royce Phantom, mientras que como plataforma se ha optado por la ya conocida por el nombre de “Architecture of Luxury”. Aunque ha tomado algunos elementos de otros modelos del catálogo, el Rolls-Royce Boat Tail cuenta con hasta 1813 piezas nuevas respecto al Phantom e incluso algunas áreas que comparte con dicho modelo, como el sistema de seguridad, han sido rediseñados y reacondicionados para este nuevo vehículo.
Obviamente el apartado más diferenciador nos lo encontramos donde debería estar el portón del maletero. Además de la estética habitual de las lamas de madera que conforman la cubierta de un yate de lujo se trasladan al Tail Boat, el cual tiene dos compartimentos que al abrirse de forma automática dejan al descubierto dos neveras completas, en este caso con una vajilla firmada por el especialista Christofle y un espacio reservado para el champán, de la marca Armand Brignac, el preferido precisamente por el propietario.
No podía faltar el espacio para la sombrilla, para evitar que así se puedan recalentar ambos alojamientos. Aunque ocultos, también se han incluido dos taburetes fabricados en fibra de carbono, lo que permitirá que los ocupantes puedan sentarse a disfrutar de un pequeño refrigerio. También se han incorporado dos ventiladores para mantener siempre el interior de los compartimentos a una temperatura correcta que no ponga en peligro los alimentos y las bebidas que se transporten en los mismos.
Aunque se sabe que son los vehículos más caros de la historia de Rolls-Royce, el fabricante no ha desvelado el precio de la unidad más costosa, aunque los rumores apuntan a que superaría significativamente el precio del Rolls-Royce Sweptail y que incluso se acercaría a los 20 millones de libras esterlinas, más de 23 millones de euros.