en total podría renunciar a 10 CV por la entrada de un nuevo filtro de partículas
A sólo unas semanas de la llegada del nuevo ciclo WLTP los fabricantes se ven obligados a adaptar sus modelos a las nuevas normativas que regirán la industria del automóvil.
La preparación por parte de los fabricantes está siendo concienzuda detrás de las escenas. A partir del próximo 1 de septiembre, todos los coches nuevos que salgan al mercado en Europa deberán estar homologados bajo el ciclo WLTP, un sistema que pretende eliminar errores del pasado y dejar atrás al obsoleto y poco realista NEDC. Con la llegada del WLTP, los modelos deberán ser puestos a prueba en unas condiciones más cercanas a las de la circulación real, lejos del idealista sistema de pruebas que ha sido utilizado hasta el omento.
Esto, sumado a la llegada de la nueva normativa europea en materia de emisiones contaminantes, bautizada con el nombre de Euro 6D-Temp, ha llevado a que gran parte de los fabricantes se haya tenido que poner al día, asegurándose que sus motores cumplen de forma efectiva con las nuevas regulaciones. SEAT ha sido uno de los fabricantes que ha tenido que recalcular algunos de sus modelos de su gama actual y según el medio británico AutoExpress, esto habría afectado a uno de sus modelos deportivos más emblemáticos, el SEAT León Cupra.
Según la información que cita a un portavoz de la propia SEAT, la adaptación al ciclo WLTP y a la normativa Euro 6D-Temp, había obligado a adaptar el sistema de tratamiento de gases del escape, lo que en el caso del León Cupra con motor 2.0 TSI de 300 CV le habría reportado la reducción de 10 CV al total del compacto deportivo de la firma española, algo que en principio sólo afectaría a las versiones de tracción delantera ya que aquellas equipadas con tracción integral 4Drive (la que tiene carrocería familiar) sí que retendrían la cifra inicial de 300 CV.
El nombre comercial por tanto del León Cupra 300 se vería obligado a cambiar a su vez, pasando ahora a denominarse el hatchback como SEAT León Cupra 290 en un cambio que por el momento tiene que ser oficializado todavía por la marca. Los de Martorell no han sido los únicos afectados por la llegada del WTLP; destacando por ejemplo que Volkswagen deberá detener la producción de su factoría de Wolfsburgo varios días entre agosto y septiembre para ajustar sus líneas a las nuevas regulaciones, mientras que Porsche ha cesado la aceptación de preparaciones personalizadas de sus vehículos por un tiempo todavía indeterminado. En otros grupos como PSA, las medidas han afectado a la producción del 308 GTi, el cual no se espera que vuelva a ensamblarse hasta ya terminado el verano.