Alrededor del 90% de las ventas que realiza cada año se quedan en suelo europeo, un elevado porcentaje que tiene cosas muy negativas al depender excesivamente de la economía local. Si las cosas van mal y las ventas caen, el volumen de la firma se derrumba hasta niveles que podrían poner en peligro a toda la empresa. Para reducir la dependencia del mercado europeo, SEAT lleva ya unos cuantos meses trabajando. Entre otras cosas se ha invertido en países como
Turquía e Israel, y se ha abierto una planta de ensamblaje en Argelia que abastece tanto al mercado local como a otros de la región. También han entrado en mercados como
Singapur y Nueva Zelanda. Otro movimiento importante realizado en este 2017
ha sido la creación de una oficina de ventas para América Latina y que han situado en México, actualmente cuarto país por importancia para la marca. Desde allí se estudia el comportamiento de la firma en los países presentes y se analiza la entrada o regreso a otros. Las últimas noticias indican que
Argentina y Chile podrían sumarse en 2018 a la ofensiva SEAT aunque de momento no está confirmado.
Lo ideal sería que la marca fabricase algunos vehículos en México, algo que permitiría reducir los costes y aranceles. Sí se sabe que los modelos estrella para la región serán los Ibiza, Arona, León y Ateca.
Uno de los mercados que ya cuenta incluso con distribuidor es Uruguay. La empresa Homero de León será la encargada de vender estos modelos en el país aunque no se ha confirmado la fecha exacta de lanzamiento. Hay que destacar también la inversión que
SEAT realizará en otros países de la región en los que ya está presente, como Colombia y Perú. En ambos tratarán de aumentar las ventas gracias al lanzamiento de nuevos modelos y la mayor inversión en publicidad.