UNA SOLUCIÓN DE EMERGENCIA
El transporte por carretera es fundamental en el día a día de nuestro país, independientemente de que hablemos del transporte de personas o de mercancía. Sin embargo, parece que en algunos sectores la disponibilidad de conductores es tan limitada que incluso el ejército va a tener que ponerse en marcha...
El transporte por carretera es crucial tanto para el movimiento de mercancías como de personas, siendo un pilar fundamental en la economía de nuestro país. En el ámbito de las mercancías, más del 70% del transporte en España se realiza por carretera, lo que permite el abastecimiento de productos esenciales, bienes de consumo y materias primas. En cuanto al transporte de personas, autobuses y autocares facilitan la movilidad diaria y el turismo. ¿Quién no ha viajado alguna vez en autobús?
Desde el punto de vista ecológico, aunque el transporte por carretera es uno de los sectores que más contribuye a las emisiones de gases contaminantes, las empresas están cada vez más interesadas en alternativas sostenibles. Sin embargo, la transición hacia tecnologías más limpias, como los vehículos eléctricos o impulsados por hidrógeno, es lenta y costosa. A pesar de los esfuerzos, sigue existiendo una fuerte dependencia del transporte tradicional de combustibles fósiles.
A nivel económico, el transporte por carretera no solo sostiene el comercio, sino que también genera miles de empleos. Sin embargo, el sector se enfrenta a un grave déficit de conductores, un problema que lleva años afectando a empresas de transporte. Esto se debe a la baja tasa de renovación en la profesión, las duras condiciones laborales y los elevados requisitos formativos.
Esta escasez es más acentuada dentro del sector del transportede mercancías, lo que ha llevado a que algunas empresas y organismos busquen soluciones casi desesperadas. En un acuerdo reciente entre transportistas y el Ministerio de Defensa, se ha planteado la posibilidad de que militares cualificados puedan trabajar como conductores tanto de camiones como de autobuses para aliviar esta falta de mano de obra. Este acuerdo, a través del SEPE y con el apoyo también del Ministerio de Transportes, busca proporcionar una solución temporal a este problema, ofreciendo una oportunidad laboral a aquellos militares con experiencia y formación en conducción de vehículos pesados.
De esta manera, los militares que lo deseen podrán ejercer de conductores en el "mundo civil" siempre y cuando aprueben el examen del Certificado de Aptitud Profesional, más conocido como el examen CAP, permitiendo así detener una sangría de trabajadores en un sector que calcula necesita unos 10.000 conductores de manera urgente.