HORA DE EXTREMAR LA ATENCIÓN, CONDUCTORES
El Tribunal Constitucional ha avalado la sentencia del Tribunal Supremo que permitía al un ayuntamiento utilizar señales viales diseñadas única y exclusivamente por y para una ciudad. El lío está servido.
Son muchos los usuarios que cada día se ponen a los mandos de sus vehículos para circular hacia su puesto de trabajo, lugar de estudios, para realizar algún recado o, porqué no, simplemente por diversión. Para ello, deben contar con una cualificación y una licencia que, a su vez, hace necesaria la demostración de una serie de conocimientos y habilidades para su obtención.
Una de esas exigencias es la de conocer en todo momento cuáles son las señales e indicaciones de tráfico que nos podemos encontrar en cada trayecto, conocerlas, identificarlas y por supuesto entender cuál es su significado: desde un semáforo hasta una indicación de un agente de tráfico, pasando por una línea pintada en el pavimento. Todo son indicaciones y, como tal, deben ser asimiladas y entendidas por los usuarios.
Esto en ocasiones resulta complicado, especialmente si cambiamos de ciudad de manera habitual, ya que es relativamente frecuente -y cada vez lo es más- encontrar señales de cosecha propia, creadas por un ayuntamiento para una sola ciudad y que pueden resultar complicadas de comprender especialmente para conductores que sólo están de paso. Esta práctica ha sido puesta en duda por la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA), pero parece que las diferentes reclamaciones puestas por AEA no han llegado a buen puerto.
Y es que ahora conocemos que tras llegar a los tribunales, en esta ocasión ha sido el Tribunal Constitucional el que ha avalado a su vez la sentencia del Tribunal Supremo que permitía al Ayuntamiento de Madrid utilizar señales viales diseñadas única y exclusivamente por y para la ciudad, creando así una jurisprudencia que permite a los diferentes ayuntamientos de nuestro país utilizar señales diseñadas por ellos mismos.
Con esta medida, que desde AEA consideran un grave riesgo para la seguridad vial, millones de conductores pueden verse expuestos a las señales que pudieran inventarse los consistorios, permitiendo también que muchos conductores puedan verse sancionados ante una situación desconocida para ellos y únicamente alertada por señales locales.
Estas señalizaciones locales suelen estar relacionadas con zonas de aparcamiento regulado o zonas en las que no está permitido estacionar el vehículo, pero también es posible encontrar señales relativas a la presencia de carriles especiales que, en caso de no respetarse, pueden suponer un perjuicio tanto a nivel de seguridad vial como a nivel económico para miles de usuarios.