¿Sueles conducir agresivamente? ¿Estás sometido a estrés cuando conduces? Si has respondido que sí te interesará saber que
una conducción más agresiva e inquieta tiene unos efectos negativos sobre el vehículo e incluso puede provocar daños en el mismo, según la cadena de mantenimiento y equipamiento integral del automóvil Norauto. Tal vez no te hayas dado cuenta pero
cuando conduces bajo los efectos del estrés tiendes a circular a velocidades más altas lo que conlleva a que realices más frenazos y acelerones. De esta manera los neumáticos y el sistema de frenado pagan las consecuencias. Pero no sólo eso, cuando estás estresado en la carretera,
sueles incumplir la distancia de seguridad -que puede ser peligroso para otros conductores- lo que te hará frenar de forma más brusca, te verás obligado a
utilizar más el freno y estarás menos alerta ante posibles imprevistos. Otros elementos que se ven perjudicado por este comportamiento son
la palanca de cambios y el motor porque aunque no lo sepas, con estrés se suele circular a mayores revoluciones, ocasionando que tanto el propulsor, como la transmisión y el sistema de frenos se deterioren más rápido. Y no sólo el coche se ve afectado, también tu comportamiento como conductor.
El estrés motiva que se incumplan las normas de tráfico lo que, por otra parte, provoca que se aumenten las posibilidades de sufrir una colisión. Olvidarte de los interminentes, no ceder el paso o ponerte el cinturón son algunas de las
acciones básicas que se te pueden pasar por alto al conducir con estrés. #Tepuedeinteresar
5 motivos por los que circular a bajas revoluciones destruye tu motor En Centímetros Cúbicos: |