Es la muestra previa a lo que se presentará en el Salón de París
Skoda ha querido que su último Concept Car muestre algo más que la capacidad de su departamento de diseño, también anuncia lo que puede ser su próximo compacto cinco puertas y una excitante versión deportiva.
Aunque en muchas ocasiones las propuestas conceptuales no pasan de ser meros show cars o ejercicios de estilo que no llegan nunca a pisar la calle, simplemente buscan concentrar la atención de la industria automotriz, es cada vez más habitual que los denominados como Concepts Cars anticipen la llegada de nuevos modelos o que nos muestren simplemente las directrices de diseño que lucirán los próximos vehículos en lanzarse al mercado. Skoda ha querido llegar un poco más lejos con la presentación del que será su próximo prototipo, el Skoda Vision RS.
Estará presente en el próximo Salón del Automóvil de París, sin embargo, con la presentación de los dos primeros bocetos, tres cuartos delanteros y tres cuartos traseros, nos deja ver la que puede ser la próxima gran propuesta deportiva de la firma checa. Con las siglas RS que recuerdan a sus múltiples éxitos en competición y especialmente en rallies, el Vision RS presenta los que son las formas de un atractivo y anguloso compacto que parece anunciar el que puede ser el siguiente gran lanzamiento después de la confirmación del Skoda Kodiaq vRS.
Las características no pueden ser más emocionales. Tintes deportivos en un compacto perteneciente al segmento C con una longitud de 4,36 metros (el concept se queda en una altura de 1,43 metros que agudiza su corte agresivo) y una configuración cinco puertas que tan instalada se encuentra especialmente entre los fabricantes europeos. Precisamente este ejercicio de estilo realizado por los de Mlada Boleslav pretende llegar un poco más lejos, presentarnos ese vehículo que pueda marcar a una generación y que siga el ejemplo de otras marcas del Grupo VAG, convirtiéndose en la referencia deportiva como ya sucede con el Golf GTI de Volkswagen.
Mirando un poco más lejos, Skoda nos deja entrever el lenguaje de diseño que compartirán las versiones más deportivas de su catálogo, con una calandra trapezoidal sólo perturbada por el ya característico diseño del capó, con su nervio central y unas ópticas delanteras de formas triangulares. Los faros antiniebla se incorporan en el diseño de las tomas de aire delanteras, agudizando esa imagen afilada y puntiaguda. Los nervios que marcan prácticamente toda la carrocería, el paragolpes trasero con el difusor integrado y los LED de la zaga terminan por completar un conjunto muy atractivo que deja entrever un prometedor futuro para los incondicionales de la marca centroeuropea.