Los motivos, de índole cultural, se remontan a los tiempos del Imperio Romano
El sentido de la circulación se modificó en la mayoría de naciones hace sólo un par de siglos.
Te gusten los coches o no, seguro que sabes que en algunos países como Reino Unido se conduce por la izquierda y que, allí, los automóviles llevan el volante y los pedales a la derecha. Sin embargo, probablemente no conozcas el motivo por el que esto es así. Para entender esta singular diferencia con la forma de circulación habitual es necesario repasar la historia de la movilidad y, especialmente, el de las carreteras como tales.
Aunque no existe una única razón que pueda explicar este fenómeno, cabe señalar que las primeras calzadas pavimentadas las construyeron los romanos hace más de dos milenios. Por aquel entonces la mayoría de las personas, como en la actualidad, era diestra. Ahí empieza la teoría más aceptada.
Los soldados no suponían una excepción a esa regla y, al contar con más fuerza en el brazo derecho, sostenían sus armas, normalmente muy pesadas, con esa extremidad. No obstante, hasta su uso las mantenían enfundadas en la parte izquierda del cinturón. Lo anterior implicaba dos ventajas: mayor agilidad a la hora de atacar o defenderse y menos choques y tirones indeseados con las espadas o lanzas de los militares que andaban en dirección contraria.
El modelo de circulación romano, según los historiadores, se mantuvo prácticamente intacto en todos los países occidentales con influencia latina hasta el siglo XVIII. El porqué también fue fruto de una mayoría diestra, pues casi todos los conductores de carruajes con caballos usaban las fustas o los látigos para azuzar los animales con la mano derecha mientras sostenían las riendas con la izquierda. Así se evitaba golpear accidentalmente a los viandantes, ya que el movimiento de la herramienta quedaba orientado hacia el extremo del camino y no hacia el centro.
En lo sucesivo, distintas guerras y revoluciones “modernas” a uno y otro lado del océano Atlántico provocaron que muchas naciones con un papel fundamental en el devenir del mundo variasen el método convencional con el único fin de establecer nuevos estándares lo más alejados posible de los antiguos órdenes. Los expertos apuntan a que, en Europa, el emperador Napoleón Bonaparte, que era zurdo, fue un impulsor protagonista de esta ruptura y modificación. Más tarde, Hitler apostó por la misma idea. Como curiosidad, Suecia cambió el sentido de sus carriles en 1967.
Los 55 estados oficiales en los que se continúa circulando por la izquierda y en los que se sigue vendiendo coches con los mandos a la derecha tienen, por lo general, algún tipo de imposición colonial británica. Es el caso de Australia, Nueva Zelanda, Malasia, India, Jamaica, Malta, Chipre, Pakistán, Nigeria, Kenia, Camerún, Sudáfrica, Tanzania y otros países de la organización Commonwealth, a la que también perteneció Irlanda hasta 1949. Entre todos, incluido Japón, sólo reúnen el 10% de las carreteras del planeta.