Los atascos no gustan a nadie...y ahora entendemos porqué y cómo se forman
Los atascos, esos incómodos acompañantes, sobre todo en épocas de largos viajes, se forman de forma mucho más fácil de lo que parece...
El verano ha llegado hace apenas 20 días, y con él los largos viajes por carretera para llegar a nuestros destinos de vacaciones, algo que suele acarrear, de forma más habitual de lo que nos gustaría, largos y tediosos atascos que atacan a nuestra paciencia, nos hace retrasarnos en nuestros viajes y nos agotan tanto física como mentalmente.
Desgraciadamente, que se forme un atasco es mucho más sencillo que disolverlo. De hecho, hay muchas causas que contribuyen a formar un atasco, principalmente achacables a nosotros como conductores. La falta de atención al volante o una conducción brusca, con acelerones y frenazos totalmente innecesarios, hace que los atascos sean más frecuentes de lo que nos gustaría.
Además, existen otros factores que ayudan, como la falta de solidaridad al volante en el caso incorporaciones o salidas con gran densidad de tráfico o, por supuesto el estado del firme. La eliminación de carriles sigue siendo, de hecho, la principal causa de formación de embotellamientos. Vale, ya sabemos porqué se forma un atasco, pero...¿sabes cómo?
La respuesta la encontrarás en este vídeo de apenas un minuto de duración, fruto de un experimento realizado en Japón. En él se observa una hilera de coches circulando a la misma velocidad y a la misma distancia. En el preciso momento en el que uno de ellos apenas pisa el pedal del freno, aunque sea de forma inapreciable, empiezan los problemas. En cuestión de segundos se ve como ese 'frenazo' se amplifica y se traslada al resto de coches.