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EN LUNAS, FAROS Y MATRÍCULA

Suciedad, nieve o hielo: tres causas por las que te pueden poner una multa

Si un agente considera que la presencia de cualquiera de ellos reduce la visibilidad del coche, el RGC le ampara para establecer una sanción

Tanto en las revisiones periódicas que hacemos nosotros mismos como en aquellas previas a un largo desplazamiento, hay una serie de elementos que siempre revisamos por seguridad… y para evitar la correspondiente multa. Sin embargo, hay un concepto que muchos conductores pasan por alto: la limpieza del vehículo. Y es que la suciedad, la nieve o el hielo pueden transformarse en una sanción. VER VÍDEO.

Los agentes de Tráfico no van a evaluar el nivel de limpieza de elementos como las ruedas o la carrocería, pero sí pueden poner el foco en las lunas, los faros delanteros y traseros o las placas de la matrícula: el Reglamento General de Circulación establece que estos componentes no pueden estar sucios, rotos, con hielo o con nieve. La razón es sencilla: interfiere en nuestra visibilidad.

Limpiar el coche es fundamental, más en los tiempos del coronavirus | Freepik

La visión del conductor

Una capa de suciedad considerable en las lunas puede entorpecer nuestra visión reduciendo el nivel de información que llega desde el exterior. A esto hay que añadir las interferencias que puede causar en los sistemas de seguridad y asistencia al conductor: por ejemplo, las cámaras de los ADAS suelen estar instaladas junto al retrovisor interior para abarcar el mayor ángulo posible.

Igual que sucede con otras sanciones, será el agente quien decida si el nivel de suciedad, hielo o nieve es suficiente para impedir una correcta visibilidad. Si así lo considera, la multa puede llegar a ser de 200 euros sin pérdida de puntos en el carnet de conducir. No obstante, esta cifra se puede disparar si el sistema de alumbrado o la matrícula han sido manipulados: en los casos más extremos la sanción puede llegar hasta los 6.000 euros más la detracción de seis puntos en el permiso.

Lavar el coche quema calorías | Pixabay

Limpiar el coche

Si crees que la suciedad de tu vehículo puede suponer un problema, lo más aconsejable es pasar por un centro de lavado o por una estación de servicio para ponerlo a punto. Una operación que también podrás llevar a cabo en tu propio garaje o en una finca: donde nunca podrás lavar el coche será en un espacio público. Sí, la calle entra dentro de esta categoría.

El Artículo 4.2 del Reglamento General de Circulación establece que la limpieza de un vehículo en estos escenarios es motivo de sanción. Lo que no estipula es la cantidad concreta de la multa: todo dependerá de la ordenanza municipal que lo regule aunque la horquilla de cifras va desde los 30 hasta los 3.000 euros.