UN RECORDATORIO DE LA UNIÓN EUROPEA
Los radares son uno de los instrumentos más eficaces a la hora de reducir comportamientos peligrosos al volante, pero su uso debe estar perfectamente regulado.
En España hemos visto como las víctimas de accidentes de tráfico se han reducido de manera significativa en las últimas décadas, fruto sin ningún género de dudas de la combinación de una serie de factores, como la mejora en las condiciones de buena parte de las carreteras, la aplicación de nuevas normas de circulación, una flota automovilística más moderna y segura y una concienciación mucho mayor por parte de los conductores.
Como es lógico, hay medidas y actuaciones que resultan más efectivas, siendo una de las herramientas más certeras a la hora de reducir comportamientos potencialmente peligrosos el uso e instalación de radares de todo tipo, desde radares convencionales de velocidad tanto fijos como móviles como radares de tramo, en los que se calcula la velocidad media de un vehículo tras haber recorrido una determinada distancia en un tiempo concreto.
Estos radares están sujetos al cumplimiento de una serie de normas y regulaciones, de forma que, por ejemplo, la velocidad detectada cuenta con un margen de error. Este margen de error está recogido legalmente, aunque en nuestro país sólo existe un laboratorio que es capaz de certificar que los radares de la Dirección General de Tráfico funcionan correctamente y se activan únicamente tras detectar un vehículo que ha sido detectado circulando por encima de la velocidad establecida descontando también el margen de error.
La Unión Europea también cuenta con sus propias leyes, y desde la UE se establece la obligatoriedad en la aplicación de estos márgenes de error, tal y como refleja en el Directiva Comunitaria 2015/413 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de marzo. Esto significa que los márgenes de error deben estar correctamente fijados y, sobre todo, correctamente aplicados en todas las potenciales multas de tráfico. De esta manera, los márgenes de error de los diferentes límites de velocidad se establecen así: