AÚN ES POSIBLE CONDUCIR MÁS CÓMODO

¿No tienes aire acondicionado? Así puedes reducir la temperatura en tu coche para conducir

En plena ola de calor, mantener la temperatura del habitáculo dentro de unos márgenes es ya una cuestión de seguridad.

A día de hoy es prácticamente imposible encontrar un coche nuevo en el que el aire acondicionado sea un elemento opcional o no disponible. En los últimos años este elemento de confort -y de seguridad- se ha estandarizado de tal manera que los compradores ya asumimos que es un elemento que ya se equipa de serie, sin ni siquiera plantearnos cualquier otra alternativa. Sin embargo, actualmente aún ruedan miles y miles de vehículos por nuestras carreteras sin ningún tipo de aire acondicionado instalado.

Esto significa que, en condiciones climáticas extremas como las actuales, el habitáculo de estos vehículos puede alcanzar temperaturas muy altas que, sin duda, afectan tanto al nivel de confort a bordo como al nivel de seguridad: el nivel de concentración y la capacidad de reacción se reducen drásticamente, lo que puede aumentar sustancialmente las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico. Para todos aquellos usuarios que no cuenten con aire acondicionado en su coche, aún es posible reducir algo la temperatura del habitáculo de manera más o menos casera.

Cómo reducir la temperatura del interior del coche sin aire acondicionado

El sistema de ventilación de un vehículo utiliza, básicamente, una entrada de aire en la que se instala un ventilador con la que absorber y mover el aire a mayor o menor velocidad. Además, puede haberse instalado un filtro de partículas con el que reducir la contaminación que entra en el habitáculo. Posteriormente, ese aire se distribuye en el interior a través de las diferentes conducciones, de manera que puede dirigirse bien a la cabeza, bien a los pies o bien a la zona central.

Si no tenemos aire acondicionado podemos optar por la opción de refrigerar el aire que entra al habitáculo: para ello, podemos usar tanto hielos como bloques de congelación. Sí, bloques de los que todos tenemos en nuestro congelador doméstico, bloques de frío con los que mantenemos fríos los alimentos. Es tan sencillo como identificar la entrada de aire al habitáculo, que suele estar situada bajo la luna delantera, y colocar en la zona bolsas de hielo y/o bloques de frío de los que hemos mencionado con anterioridad.

Colocando un elemento muy frío en la zona por la que tiene que pasar el aire que posteriormente acaba saliendo por las rejillas de ventilación conseguimos un efecto de refrigeración del mismo. Es evidente que no vamos a conseguir que el aire que entre en el interior lo haga a temperaturas muy frías, pero sí es posible reducir bastante su temperatura, permitiendo así que el habitáculo se mantenga fresco y sea, por tanto, mucho más agradable de conducir.

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