UNA PREOCUPACIÓN IMPORTANTE
El objetivo de la DGT, también del conjunto de la sociedad, es reducir en la medida de lo posible el número de fallecidos en carretera. Sin embargo, hay un tipo de vía que preocupa de manera notable a la Dirección General de Tráfico...
Las carreteras convencionales en España han sido durante años (y lo siguen siendo en la actualidad) una de las mayores preocupaciones para la Dirección General de Tráfico (DGT), ya que concentran más de la mitad de los fallecidos en accidentes de tráfico. Estas vías, que incluyen carreteras nacionales, autonómicas y comarcales, presentan características que las hacen especialmente propensas a los accidentes graves, de ahí que la DGT centre buena parte de sus esfuerzos en reducir en la medida de lo posible el índice de siniestralidad de este tipo de vías.
Las estadísticas muestran que las carreteras convencionales son las más peligrosas del país. En 2022, cerca del 60% de los fallecidos en accidentes de tráfico en España se registraron en este tipo de vías. Los principales factores que contribuyen a esta siniestralidad son los adelantamientos indebidos, las salidas de vía y las colisiones frontales y,además, la velocidad excesiva y el consumo de alcohol o drogas son factores recurrentes en estos accidentes.
La DGT ha implementado diversas medidas para intentar reducir la siniestralidad en las carreteras convencionales. Una de las más destacadas (y que además fue más polémica en su momento) ha sido la reducción del límite de velocidad a 90 km/h en todas las carreteras convencionales desde enero de 2019. Esta medida busca minimizar el impacto de los accidentes, dado que a menor velocidad, la gravedad de las colisiones tiende a ser menor. Sin embargo, parece que no es suficiente.
De ahí que otra medida importante haya sido la instalación de radares y controles de velocidad más frecuentes en puntos críticos. La DGT también ha intensificado las campañas de concienciación sobre la importancia de respetar los límites de velocidad y no consumir sustancias que puedan afectar la capacidad de conducción. Las campañas de concienciación y vigilancia de la DGT han sido acompañadas por una mejora en la señalización y el mantenimiento de estas vías para mejorar la seguridad vial.
En los últimos años, se han realizado importantes inversiones en infraestructuras para mejorar la seguridad de las carreteras convencionales. Entre las mejoras destacan la ampliación de carriles, la creación de carriles adicionales para adelantamientos en tramos peligrosos, y la implementación de nuevas tecnologías para la gestión del tráfico. Además, se ha trabajado en la mejora de la iluminación y la señalización para hacer las vías más seguras tanto de día como de noche.