PUEDEN ESTAFARTE CON 1.000 € O MÁS
Es un engaño conocido desde la década pasada y suele llevarse a cabo en regiones del Este del país como Cataluña. Aquí puedes saber en qué consiste y qué hacer si detectas la situación.
Imagina que estás circulando con tu coche en el denso tráfico de tu ciudad cuando es hora punta y, de repente, alguien golpea ligeramente tu retrovisor con el suyo. Antes de que puedas reaccionar, el individuo que ha ocasionado intencionadamente esa leve colisión se acerca rápidamente a tu coche, señalando el supuesto daño material que se acaba de producir en su automóvil (ya estaba así antes del choque), al mismo tiempo exagera su magnitud y te hace creer que has sido tú el culpable.
Acto seguido, te dice que puedes pagarle en efectivo y en el momento para ahorrarte así la penalización de tu aseguradora por tramitar un parte a terceros. En medio del caos urbano y con los nervios de estar involucrado en un accidente, aunque sea de pequeña magnitud, puedes caer en la tentación de ceder al traspaso de dinero. De lo contrario, es probable que el verdadero causante del siniestro aumente la presión con prisas, te amenace e incluso llame a tu aseguradora para hacer unas comprobaciones. En realidad, le contestará un compinche que apoyará su idea de que le adelantes la cantidad solicitada en mano.
El timo del retrovisor es una estafa conocida en los países del sur de Europa desde hace lustros, aunque su incidencia es cada vez más habitual en algunas regiones españolas como Cataluña. Allí, los Mossos d’Esquadra han vuelto a reforzar la vigilancia y a alertar a los conductores, especialmente los noveles (con menos experiencia) o los mayores (con menos capacidad de reacción), sobre una actividad ilegal con la que se pueden sustraer hasta 1.000 € o más por operación.
Caer en la trampa de esta serie de delincuentes, generalmente extranjeros que usan coches de alta gama con matrículas que rara vez son nacionales, puede parecer algo muy difícil si te consideras un usuario de la vía curtido. Sin embargo, en la práctica, picar en el anzuelo de los malhechores es habitual si uno lleva prisa, si se agobia o si la presencia de estos individuos le asusta. La policía recomienda estar atentos y no realizar pagos en metálico a personas desconocidas. En caso de duda, llama tú mismo a la compañía de seguros y no dudes el avisar a las autoridades locales.