BÁSICO Y ESENCIAL PARA EL CONDUCTOR
Mientras no seas un principiante, seguro que alguna vez has tenido que comprobar la medida de los neumáticos de tu automóvil. Aquí te explicamos lo más importante.
Comprender cómo están compuestos los números y letras que identifican la medida y las capacidades de los neumáticos de nuestro automóvil puede resultar muy práctico, además de interesante, cuando vayamos a sustituirlos por unos nuevos o a la hora de adquirir unas cadenas o fundas para nieve. En este artículo te explicamos brevemente todo lo que necesitas saber para entender de forma sencilla esta serie de referencias que conforman la talla de los únicos elementos del coche que están en contacto con el suelo.
En realidad, la talla de los neumáticos está constituida por varias cifras y/o códigos que indican diferentes medidas y tolerancias de la goma. Esta inscripción se haya siempre en el flanco exterior de la rueda, es decir, en el perfil que se acomoda sobre la llanta. El conjunto de cotas se expresa con XXX/XX RXX y se acompaña de dos valores que vienen determinados por dos o tres dígitos y un grafema.
Para el caso de una medida 245/40 R19 94W, el primer número (245) es el ancho del neumático formulado en milímetros, el segundo (40) es su perfil entendido como un porcentaje sobre el ancho (en esta ocasión serían 98 mm), mientras que el último (19) al que precede la R significa el tamaño de la llanta en pulgadas de radio (para nuestro ejemplo hablaríamos de 483 mm). Finalmente, el término restante ya no indica cotas, sino el índice de carga (94), que admitirá más peso cuanto mayor sea, y el de velocidad (W), que concederá circular más rápido a medida que se avance por el abecedario.
Por lo general, a igualdad de fabricante (firma) y de características, cuanto más grande es la goma, también es más costosa. Los motivos por los que esto ocurre son sencillos y trascienden la cantidad de material necesario para su construcción. Un neumático más ancho suele presentar mejores prestaciones, que se traducen en más adherencia, pero menos eficiencia. Por su parte, uno con más perfil, amortigua más el vehículo a pesar de mermar la reactividad al volante. En cuanto a los índices, para los que existen tablas de correspondencias, a valores más elevados, mayores capacidades pueden soportar sin lastrar su fiabilidad (es decir, seguridad).