DESCARBONIZACIÓN
La marca japonesa ha firmado un acuerdo con las empresas Air Liquide y Caetano Bus para desarrollar este tipo de combustible en los próximos años.
El futuro de la movilidad expone más interrogantes que certezas. El mercado avanza hacia una profunda electrificación del parque automovilístico, pero no será la única de las opciones que se ofrezcan en el futuro. En ese horizonte aparece el hidrógeno y Toyota ha apostado fuerte por este tipo de combustible. Muestra de ello es el Mirai, uno de los dos únicos coches propulsados por hidrógeno que se comercializan actualmente en España.
La escasa infraestructura o sus elevados precios hacen del hidrógeno una tecnología poco madura aún. Por ello, Toyota ha firmado un memorando de entendimiento con Air Liquide y Caetano Bus para desarrollar nuevos sistemas. Esto comprende el desarrollo de infraestructuras y flotas de vehículos para acelerar su expansión, tanto en vehículos ligeros como de gran tonelaje.
El objetivo conjunto de las tres empresas pasa por incidir sobre toda la cadena de valor, desde la producción de hidrógeno renovable o bajo en carbono, pasando por la infraestructura de distribución y repostaje, hasta el despliegue en diferentes segmentos de vehículos. En la primera fase, los esfuerzos se centrarán en autobuses y vehículos comerciales ligeros, para pasar posteriormente a los camiones.
Dicha asociación posibilitará el surgimiento de nuevos ecosistemas de hidrógeno en toda Europa, no solo en lo relacionado con infraestructura y estaciones de servicio, como hemos mencionado antes, sino a ofertas integrales de vehículos —leasing y servicio— a clientes tales como compañías de taxi, operadores de flotas, autoridades locales, entre otros.
Esta iniciativa es solo el primer paso para adecuar la oferta a la demanda y posibilitar el desarrollo futuro del hidrógeno, suponiendo un nuevo paso en el camino hacia la descarbonización, en línea con la mayor atención prestada por los gobiernos europeos y la madurez de este tipo de tecnologías. En 2035 ya no se podrán vender coches de combustión en Europa y el hidrógeno cobrará un papel relevante para entonces.
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