Se acaban las excusas para no llevar tu coche al día
La llegada de nuevos procedimientos a las inspecciones técnicas se lo pone cada vez más difícil a aquellos que intentan engañar a las ITV.
Con el paso del tiempo las ITV han ido adaptando su funcionamiento a las necesidades de cada momento. Al fin y al cabo, si hace unos años apenas se revisaban los niveles de emisiones del escape y se realizaban diferentes comprobaciones a nivel técnico, en la actualidad las inspecciones son mucho más severas y restrictivas, buscando así un mayor nivel de seguridad en las carreteras de nuestro país.
Como ya sabemos, en nuestro país es obligatorio que todos los vehículos cuenten con una inspección favorable siempre que estén dados de alta para poder rodar de manera legal por las carreteras de nuestro territorio, una inspección que tiene carácter periódico y en la que se revisan todo tipo de elementos tanto a nivel técnico como administrativo con el fin de determinar que el vehículo es seguro y cumple además las normas de tráfico.
En los últimos meses se han introducido numerosos cambios en los procedimientos de las ITV, modificaciones que buscan adaptar el funcionamiento de las inspecciones a la casuística y características de los vehículos más modernos, cargados de electrónica y tecnología. De esta manera, muchos vehículos empezarán a ser analizados también a nivel electrónico.
El truco que ya no podrás intentar en las ITV
Entre las novedades más destacadas de los últimos meses encontramos la incorporación de una nueva prueba a través del puerto de diagnosis del vehículo, el denominado comúnmente como puerto OBD, un puerto que permitirá a los inspectores de la ITV analizar de manera rápida y concreta el funcionamiento de elementos como los sistemas anticontaminación, los sistemas de seguridad activa o la activación del sistema de chequeo del motor.
¿Dónde está la trampa? Pues que en muchas ocasiones los propietarios de vehículos cuya 'salud mecánica' no es la más óptima optan por borrar los fallos del vehículo antes de entrar en la línea de inspección utilizando aplicaciones en el smartphone y adaptadores OBD, lo que les permitía hasta ahora "pasar" el examen sin problemas al no activarse ninguna luz de fallo durante la inspección.
A partir de ahora las ITV podrán determinar cuánto tiempo ha pasado y cuántos km se han recorrido desde que el fallo fue borrado, de manera que si se detecta que el fallo ha sido borrado durante la hora previa a la inspección y la distancia recorrida desde que el fallo se borró es inferior a 1 km, podremos recibir una falta grave o muy grave dependiendo del resto de condiciones de la inspección, lo que supone, automáticamente, un 'suspenso' en la prueba.