EL EQUILIBRIO PERFECTO
Alguien ha tenido la gran idea de convertir un Porsche 911 (996) en un 911 Safari, y el resultado es simplemente espectacular.
Pensar en el Porsche 911 Safari es pensar en una de las variantes más míticas del deportivo alemán. Tal es la devoción hacia este, que no solo Porsche lo revivirá con la actual generación, sino que también han sido muchos los que han decidido emular la fórmula. Claro caso es el que hoy nos ocupa, que no es otro que el de un Porsche 911 de la generación 996 convertido en Safari.
Su creador cuenta que durante el confinamiento aprovechó mucho tiempo que normalmente no tiene, y centró sus esfuerzos en gestar a nuestro protagonista. Y es que cansado de ver como todo el mundo recurría al 911 clásico para crear la variante Safari, su dueño decidió llevar la contraria al escoger al 996 como base.
Concretamente estamos ante la versión Carrera 4S del Porsche 911 menos querido -aunque eso está cambiando hoy en día-. ¿Por qué? Porque se trata de la variante de tracción total, punto crucial para concebir a un Porsche 911 Safari de pura cepa capaz de circular fuera del asfalto.
A todo ello hay que sumarle importantes cambios estéticos, tales como luces sobre el capó, defensas específicas, un sistema de escape artesanal que adopta una nueva configuración, llantas de nueva cuña y más ligeras, asientos tipo backet para el interior rematados en fibra de carbono…
Un sinfín de elementos que hacen que este 996 grite por los cuatro costados que no es un 911 Carrera 4S normal y corriente. Sin embargo, para que sea una realidad es necesario cambiar elementos mecánicos, y en este caso el deportivo alemán se ha convertido en todo un portento del off-road.
La suspensión se ha desarrollado desde cero y en exclusiva para este proyecto, mejorando el recorrido y la compresión para hacer del 911 Safari un vehículo apto para salir fuera del asfalto pero sin ser incómodo. También se han aplicado protecciones para los bajos y un diferencial de deslizamiento limitado para mejorar el agarre.
En cuanto a motor puro y duro no encontramos modificación alguna. Esto se traduce en que en las entrañas se mantiene intacto el seis cilindros bóxer atmosférico de 3.6 litros que produce 320 CV y 370 Nm de par, cifras más que suficientes para disfrutar tanto fuera como dentro del asfalto.