No están expresamente prohibidas, pero pueden ser motivo de sanción
El Reglamento General de Circulación especifica claramente cuáles son las acciones por las que te pueden multar, pero en ocasiones algunos conductores no lo tienen tan claro.
Las multas son uno de los métodos más eficaces para cambiar el comportamiento de los conductores: cuando nos tocan 'el bolsillo' la cosa cambia y nos lo pensamos dos veces antes de llevar a cabo una acción que pueda tener consecuencias. Por eso, todos los conductores saben que hay diferentes acciones que, automáticamente, son constitutivas de sanción.
Sin embargo, hay otras acciones que sin estar prohibidas expresamente en el Reglamento General de Circulación, pueden ser motivo de multa. Ahora te detallamos tres acciones que, sin estar prohibidas como tal, pueden servir de excusa a las autoridades para proponerte para sanción.
Comer al volante
Comer al volante no está, como tal, prohibido. Sin embargo, en el artículo 18 del Reglamento General de Circulación se especifica que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”. Por lo tanto, si se conduce mientras se ingiere algún alimento nos arriesgamos a ser multados.
Beber mientras se conduce
La DGT nos recuerda una y otra vez que para conducir en plenas facultades es importante contar con el suficiente nivel de hidratación, algo que se consigue ingiriendo de manera más o menos constante líquidos que garanticen un buen nivel de agua y de sales minerales en nuestro organismo. Sin embargo, beber supone una actividad que, a juicio de los agentes, puede suponer una merma en la capacidad de reacción del conductor mientras se lleva a cabo la acción, por lo que puede suponer una multa.
Conducir descalzo
Puede parecer algo peregrino, pero la realidad es que muchos conductores utilizan su coche sin zapatos ya que les resultan incómodos, especialmente en viajes largos y en situaciones de mucho calor. Llevar a cabo esta acción no está prohibido, pero es motivo de sanción si el agente que detecte esa actitud cree que así no se puede conducir con garantías, así que es mejor no arriesgarse.