FÁCIL, SENCILLO Y MUY BARATO
Para mantener las cerraduras a punto y que funcionen como el primer día, el truco del lápiz te ayudará de manera rápida, sencilla y económica
La evolución de los coches a lo largo de la historia es verdaderamente fascinante: los avances tecnológicos lo han cambiado todo, y desde los primeros vehículos impulsados por motores de vapor en el siglo XIX hasta la revolución de los automóviles eléctricos y la exploración de la conducción autónoma en el siglo XXI, los coches han experimentado transformaciones de lo más espectaculares. La mejora de los motores de combustión interna, el desarrollo de la ingeniería, la introducción de tecnologías de seguridad avanzadas y la búsqueda constante de eficiencia energética son sólo algunos aspectos de esta evolución.
Sin embargo, a pesar de la asombrosa evolución tecnológica en la industria automotriz, algunos componentes fundamentales de los coches han resistido el paso del tiempo, manteniendo su esencia desde los primeros días del automóvil. Los neumáticos, por ejemplo, han conservado su diseño circular y función básica de proporcionar tracción y amortiguación, aunque han experimentado mejoras en materiales y tecnología.
Otro componente que se ha mantenido fiel a sus orígenes es el sistema de frenos que aunque ha evolucionado en términos de eficiencia y seguridad, aún se basa en el principio de generar fricción para reducir la velocidad. ¿Y qué nos decís, por ejemplo, de las cerraduras de nuestros coches? Efectivamente, aunque la mayoría de los coches actuales hacen uso de sistemas de apertura y cierre automáticos, lo cierto es que todos cuentan todavía con una llave física que, como mínimo, es necesaria en caso de emergencia.
En muchos casos esas cerraduras se utilizan muy poco, lo que hace que, en caso de necesidad, su funcionamiento no sea el mejor. En otros casos, como por ejemplo el bombín de arranque, su uso es el contrario: intenso y necesario todos los días, de manera que su desgaste es mucho mayor. Existe un truco que, eso sí, nos permitirá mantener las cerraduras de nuestros coches como el primer día de manera rápida y barata. Es el truco del lápiz.
El truco del lápiz para las llaves y cerraduras es un consejo práctico y sencillo que ha sido utilizado durante mucho tiempo para solucionar problemas de funcionamiento cuando una cerradura parece resistirse o una llave no gira suavemente. La mina de un lápiz puede ser la solución: la idea es frotar suavemente la mina de grafito del lápiz en la llave y luego introducirla en la cerradura, moviéndola de un lado a otro. El grafito actúa como un lubricante seco, reduciendo la fricción y facilitando el giro de la llave en la cerradura.