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El truco con el que tu coche diésel no volverá a temer la prueba de gases en la ITV

Los coches diésel suelen tener más problemas para superar con éxito la prueba de gases que se lleva a cabo en la ITV.

La Inspección Técnica de Vehículos está compuesta por una serie de revisiones para comprobar si un vehículo reúne las condiciones mínimas para circular con seguridad. Entre ellas hay una que destaca especialmente porque es capaz de marcar la diferencia entre un resultado favorable y uno desfavorable. Si tienes un coche diésel, probablemente, sepas de qué hablamos: la prueba de gases, que con este truco gratuito pasarás sin problema.

Antes de desvelar la clave para obtener el éxito es necesario aclarar en qué consiste la prueba de gases, también conocida como prueba de humos o de opacidad. Mide el nivel de dióxido de carbono (CO2) que emite un vehículo para saber si está dentro de los márgenes homologados y, por tanto, permitidos. Para ello, los técnicos colocan una sonda en el sistema de escape y piden al conductor que ponga el motor en punto muerto para que, de forma progresiva, acelere desde el ralentí hasta alcanzar el máximo régimen de giro o hasta el corte de inyección.

Mecánico de ITV | Pixabay

Adiós a la carbonilla

Si hemos llevado a cabo un mantenimiento continuado, esta prueba no debería darnos problemas aunque si tienes un coche diésel puede que superes ese límite permitido por varias causas: inyectores que necesitan ser sustituidos, un filtro de partículas (si el coche cuenta con él) que debe ser cambiado o la acumulación de carbonilla en el sistema anticontaminación y, sobre todo, en la válvula de recirculación de gases (EGR).

Este último motivo es el que más se repite aunque, por suerte, la solución (que también puedes aplicar como método preventivo antes de ir a la ITV) está al alcance de cualquier conductor: consiste en elevar el régimen de giro del motor y realizar una serie de aceleraciones fuertes (tres o cuatro deberían ser suficientes) superando las 4.000 rpm que puedes alternar con una circulación en marchas cortas con el motor por encima de su régimen habitual. Ten en cuenta que debes hacerlo con el aceite del motor a temperatura de servicio para evitar daños y para que sea efectivo.

ITV | Newspress

Con este proceso lo que conseguimos es que las elevadas temperaturas del escape y el mayor caudal de gases eliminen la mayor parte del hollín acumulado para superar la prueba de gases de la ITV sin problemas. Eso sí, no es un método infalible: si después de hacerlo el coche sigue superando el límite legal de gases en la inspección técnica, la única solución la encontrarás en el taller. Allí echarán un vistazo al sistema anticontaminación y al de inyección para desvelar la causa del problema que, en muchos casos, se resuelve con una limpieza o sustitución de los inyectores, con una descarbonización del FAP…

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