FÁCIL, RÁPIDO Y SIN NINGÚN ESFUERZO
Los mosquitos comienzan a volver los cristales de nuestros coches con la llegada del buen tiempo: evita que sean complicados de eliminarse.
Con la primavera bien entrada y las temperaturas ya bastante caldeadas, la realidad es que el buen tiempo parece comenzar a establecerse en la península ibérica de manera casi permanente, una buena noticia para todos aquellos amantes de la vida en la calle, donde cada vez resulta más agradable estar. La realidad es que con la llegada del buen tiempo y la mayor cantidad de horas de luz llegan también unos molestos acompañantes: los mosquitos y todo tipo de insectos.
Y es que no sólo tenemos que sufrirlos en casa o en la calle: en nuestro coche comienzan a transformarse en una compañía casi permanente en forma de pequeñas 'explosiones' de materia orgánica en el parabrisas de nuestro coche, que después de un viaje relativamente largo por carretera parece haberse convertido en un auténtico lienzo lleno de manchas de diferentes colores. Como ya todos sabemos, los insectos pueden suponer un problema a la hora de limpiar nuestro coche y restaurar el buen aspecto de nuestro vehículo.
El truco del trapo para quitar mosquitos sin esfuerzos y sin frotar
Existen muchos métodos para eliminar los restos de insectos de nuestro coche, aunque no todos son igualmente efectivos. Evidentemente, el más efectivo es eliminarlos lo antes posible: si justo cuando terminas tu viaje coincide que puedes lavar tu coche, con unos minutos de agua a presión en una de las lanzas que encontramos en las gasolineras será más que suficiente para eliminar todos los restos sin que éstos lleguen a adherirse demasiado en la superficie del vehículo.
Lamentablemente eso no es siempre posible, de manera que haciendo uso del truco del trapo podremos limpiar nuestro coche mucho más rápido y sin esfuerzo. El truco del trapo consiste en, unas horas de poder lavar nuestro coche, depositar una bayeta o un trapo humedecido en agua sobre el cristal de nuestro coche, y dejarlo reposando el máximo tiempo posible siempre. Con ello conseguimos que los restos de los mosquitos se ablanden y se despeguen lo suficiente como para que, al lavar el coche, se eliminen rápidamente.
La humedad permite además que no haga falta frotar en exceso, cuidando así la superficie de la pintura en caso de que sea el morro o el frontal de nuestro coche el lugar más 'afectado' por los restos de insectos.
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