HA SUPUESTO 17 DETENIDOS
Un total de 17 empleados de un centro ITV de Murcia han sido detenidos por más de 1.000 delitos de falsedad documental y casi 1.800 de daños informáticos.
El panorama se torna negro para este centro de Inspección Técnica de Vehículos en Murcia, donde se ha desarticulado el último fraude más sonoro en una ITV. Concretamente, un total de 17 empleados han sido detenidos por más de 1.000 delitos de falsedad documental y casi 1.800 de daños informáticos. Todo ello se conoce como operación Frenómetros y hoy os contamos qué escondía.
Y es que es necesario aclarar que el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) del Sector de Tráfico de la Guardia Civil, ha estado trabajando durante casi un año en el caso. Toda la investigación ha estado motivada por unas supuestas ITV favorables que se otorgaban a vehículos que presentaban deficiencias.
Durante el proceso, la Guardia Civil identificó un muleto que se empleaba en el centro de inspección para superar ciertas pruebas. Concretamente, este se empleaba en aquellas pruebas técnicas a las que se tenía que enfrentar un coche que no las iba a superar, tales como pruebas de frenado o de gases.
Y es que eso se traducía en que diversos vehículos han llegado a pasar la ITV en Murcia dos veces en el mismo día. La primera desfavorable y la segunda favorable, evidenciando los delitos cometidos por los que se conseguía camuflar un automóvil que lógicamente no se encontraba en condiciones de seguir circulando por la vía pública.
Además, los fraudes por daños informáticos se ven reflejados en que, un día antes de que la Guardia Civil registrase el Centro de Inspección Técnica de Vehículos de Murcia, eliminaron más de 60.000 documentos informatizados. No obstante, muchos de ellos han podido ser recuperados por el equipo de forenses informáticos de la policía.
Con todo ello, el caso se encuentra ahora mismo en manos del Juzgado de Instrucción 3 de San Javier, Murcia, mientras que la investigación sigue abierta. Sea como fuere, lo que está claro es el peligro que supone permitir que un vehículo con una ITV desfavorable circule igualmente, ya sea por negligencia del propio centro o por irresponsabilidad del conductor, puesto que de fallar en la vía pública puede provocar un accidente e implicar a otros vehículos.
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