No descubriré nada si digo que Japón es vanguardista en el ámbito de la tecnología. Lo que no exista en Japón probablemente no exista. Desde aparatos electrónicos cotidianos hasta tecnología de última generación aplicada a campos de altísima especialización, el país del sol naciente es cuna de numerosas invenciones, algunas también poco prácticas y algo bizarras. De Japón viene el protagonista de estas líneas, concretamente de Tokio. La compañía
Cocoa Motors se ha propuesto agilizar la movilidad en una de las ciudades más concurridas y saturadas del mundo con un
concepto de coche diferente al que estamos acostumbrados. O al menos así lo definen ellos, que aseguran que su
Walkcar es
"el coche más pequeño del mundo". En caso de dar por válido que este aparato es un coche, la empresa está seguramente en lo cierto: esta tabla fabricada en carbono apenas
pesa 2,8 kilos y su diagonal es de unas 13 pulgadas, unas dimensiones muy similares a un ordenador portátil. La empresa tokiota asegura que su Walkcar alcanza
hasta 16 Km/h (tiene dos sensores en la superficie con los que se puede regular la velocidad) y tiene una
autonomía de unos 60 minutos, que varía en función del peso del "conductor". Aunque ya se aceptan pedidos -tiene un precio de
1200 euros, aproximadamente-, las primeras unidades no se entregarán a clientes en septiembre de 2017.