Un empresario estadounidense que mantenía una disputa con Department of Motor Vehicles (DMV) sobre el impuesto sobre transmisiones de sus dos coches
ha pagado su deuda fiscal de 3,000 dólares con cinco carretillas que contienen en total 300,000 monedas. Harto de que no le dieran respuesta a sus reclamaciones ni le atendieran sus dudas telefónicamente en distintos estamentos del organismo, se le ocurrió cambiar en peniques los 2,987.14 dólares adeudados.
que las máquinas de contar automatizadas del DMV no pudieron hacer frente al volumen. El recuento del dinero llevó al personal casi 12 horas.
Stafford dice que el DMV tuvo que aceptar su insólita forma de pago porque
una ley de 1965 dice que las monedas de curso legal son "un modo de pago admisible para todas las deudas, gastos públicos e impuestos".