Vértigo. Eso es lo que se siente al completar una vuelta al circuito de Nürburgring en menos de siete minutos. El pasado sábado os informábamos de la nueva hazaña realizada por
el fabricante chino de automóviles NextEV, la cual fue capa de mejorar su anterior registro establecido en el
‘Infierno Verde’, nombre con el que se conoce a la pista germana desde que lo bautizara así
Jackie Stewart por la complejidad de la pista germana y el bosque entre los que el serpenteante asfalto dibuja un trazado casi imperceptible desde el aire por la espesa vegetación. El
NIO EP9 desarrollado con tecnología proveniente de la competición, concretamente de la Fórmula E, fue capaz de bajar su marca anterior en 19,22 segundos, hasta establecer la vuelta más rápida dada por un vehículo de producción a Nürburgring, a poco más de medio minuto del récord que aún posee el fallecido Stefan Bellof (6 minutos y 11,13 segundos). La nueva marca por la que deberán pelear todos los fabricantes todos los fabricantes de hiperdeportivos se
establece en 6 minutos y 45,900 segundos, registro que de nuevo tardará
en ser superado. Podemos apreciar las turbulencias que se producen en la larga recta del último sector y cómo
el vehículo eléctrico chino de 1.360 CV se adhiere al asfalto gracias en gran parte a su aerodinámica activa, la cual también actúa como aerofreno a la hora de tener que reducir la velocidad desde los más de 310 km/h antes de llegar a la siempre complicada chicane con la que se cierra la vuelta a
Nordschleife. De nuevo se puede apreciar cómo es la aceleración y
la disposición del par máximo en un rango mayor que los motores de combustión tradicionales, las que marcan la diferencia. Especialmente cuando observamos que por ejemplo
Peter Dumbreck, piloto
Falken Tires, decide sacrificar el paso por el interior del
Karussel sabedor de que tomando el peralte exterior va a encontrar una mejor superficie para explotar todo el potencial del NIO.