MÁS PRESIÓN PARA LOS FABRICANTES
Los vehículos nuevos con motor a combustión comienzan a ver el final de su trayectoria en el Viejo Continente tras el anuncio ayer de la Unión Europea.
Los tiempos avanzan a un ritmo que muchos -entre los que se incluye un servidor- no alcanza muchas veces ni a creer. Y es que si hace apenas unas décadas vivíamos la explosión del automóvil privado en todas sus facetas, tanto como medio de transporte como por su capacidad técnica, en la actualidad el automóvil privado parece no pasar por su mejor momento. La cada vez mayor preocupación por el cuidado del medio ambiente y la cada vez más difícil utilización de combustibles fósiles, unido al avance de otras tecnologías, parece estar dando la puntilla al que sin duda es uno de los símbolos del avance del siglo XX.
Hablamos del motor a combustión, motores que utilizan carburantes derivados del petróleo para funcionar. Cada vez es más habitual encontrarse motores eléctricos por las calles, una realidad que ya parece imparable y que la Unión Europea respalda de manera definitiva tras la ratificación, ayer mismo, de la normativa que prohibe de facto la venta de vehículos equipados con motores de combustión dentro de poco más de una década: en 2035.
Adiós a los coches nuevos con motor térmico en 2035
Ha sido la Comisión de Medio Ambiente de la Unión Europea la que ha votado a favor de esta medida, cuyo último paso será la -previsible- aprobación por parte del Parlamento Europeo. Si bien en un principio se estaba barajando el año 2040 para la mencionada prohibición, finalmente será un lustro antes, el 1 de enero de 2035, cuando entrará en vigor esta medida que, por cierto, llegará acompañada de otros gestos adicionales que la industria del automóvil tendrá que adoptar si quiere seguir comercializando vehículos nuevos en Europa:
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