UNA SITUACIÓN COMPROMETIDA
Los vehículos de emergencia pueden necesitar de nuestra colaboración como conductores en más de una ocasión. Entre esas situaciones, podemos encontrarnos también las rotondas y glorietas, por lo que la DGT nos explica cómo debemos actuar
Las rotondas y glorietas han supuesto un cambio muy importante en la circulación urbana desde su introducción como una solución para mejorar el flujo de tráfico y reducir los accidentes en intersecciones. Originalmente diseñadas para facilitar el movimiento continuo de vehículos y minimizar la necesidad de semáforos, estas estructuras han demostrado ser muy eficaces a la hora de hacer que el tráfico sea más fluido. Eso sí, como casi cualquier infraestructura que influye en el tráfico rodado, no están exentas de problemas.
La falta de comprensión y respeto por las reglas de prioridad, junto con la inexperiencia de algunos conductores, puede causar congestión y accidentes en estos puntos. Además, las rotondas mal diseñadas pueden complicar la navegación, especialmente para vehículos pesados y servicios de emergencia, poniendo de manifiesto la necesidad de una planificación y señalización adecuada para maximizar su efectividad y seguridad.
Es precisamente en este último punto, el de los servicios de emergencia, en el que se ha centrado la Dirección General de Tráfico en su último tweet publicado en su perfil de X. En esta publicación, la DGT pone de relevancia la importancia de saber cómo comportarse ante una situación tan crítica, en el que circulando por el interior de una glorieta o rotonda y teniendo la prioridad de paso, debemos actuar de manera rápida para no entorpecer el paso de un vehículo prioritario.
¿Qué debemos hacer entonces? La respuesta, en realidad, es sencilla. Como si se tratase de una vía convencional, los conductores de un vehículo convencional tienen la obligación de ceder la prioridad y facilitar el paso a los vehículos de emergencia, por mucho que los primeros estén circulando con la prioridad de su lado. De esta manera, si nos encontramos ante una situación así, debemos apartarnos de la trayectoria del vehículo de emergencia.
En casos extremos, incluso, debemos detenernos por completo aunque sea en el interior de la rotonda, permitiendo así que la ambulancia, el camión de bomberos o el coche de Policía pueda seguir circulando sin tener que desviarse. En estos casos, si un vehículo que circula por detrás de nosotros nos embiste, será el culpable del accidente al haber circulado sin respetar la distancia de seguridad, por mucho que nosotros hayamos frenado en un lugar en el que, en principio, no nos corresponde hacerlo.