A la
FIA se le complica por momentos la introducción de una solución para aumentar la seguridad de los pilotos en caso de proyección hacia el cockpit. Tras el fracaso del Halo, ahora tenemos que sumar el fracaso del Shield.
Durante el último Gran Premio de Gran Bretaña fue Sebastian Vettel el encargado de probar el nuevo , y no, el piloto alemán no ha salido nada convencido de los test.
El Shield no es más que una estructura de policarbonato transparente cuya misión es servir de barrera ante posibles piezas que salgan proyectadas de otros monoplazas. Sin embargo, el diseño de este sistema parece que aún tiene mucho camino por recorrer si quiere recibir el aprobado de los pilotos.
Según señalaba Vettel, el Shield ofrecía serios problemas de visibilidad por culpa de los reflejos que genera y por la dificultad que añade a la hora de tener que evacuar el cockpit en caso de accidente.
Vettel tan sólo dio una vuelta con el Shield incorporado en su Ferrari, y fue tiempo más que suficiente para echar por tierra el diseño y forzar a la FIA a empezar de nuevo en esta investigación de soluciones por y para la seguridad de los pilotos. A día de hoy no parece nada fácil que vayamos a ver una solución a corto plazo. En Centímetros Cúbicos: