Estamos de acuerdo en que ver una prueba de rallies en primera persona es posiblemente una de las mejores experiencias que puedas tener en la vida, pero ello no quita que debamos tener muy en cuenta los muchos riesgos que entraña.
Ser espectador supone también cumplir una serie de mínimas medidas de seguridad, teniendo muy en cuenta que sacar esa foto espectacular no debe estar reñido jamás con nuestra seguridad. Pero por desgracia
son muchos los casos que se producen cada año donde las ganas de llevarte a casa la mejor foto de tu vida acaba teniendo un coste demasiado alto. El último caso que por suerte terminó en final feliz se ha producido en el último Rally de Australia. Allí, un espectador cámara en mano decidió ubicarse en el interior de una de las curvas, en una posición escalofriante cuanto menos, pero desde donde consiguió la mejor foto al estar a pocos milímetros de la misma carretera por donde en ese momento estaba pasando uno de los coches de WRC. Gracias a una de las cámaras instaladas en los coches que disputaban el tramo de Welsh Creek, se pudo recoger a
más de una persona saltándose las normas y ubicándose en zonas de altísimo riesgo de atropello para conseguir esa mejor foto ¡de locos! un hecho que ha vuelto a poner de manifiesto lo peligroso de estas pruebas, no por los coches, sino por unos pocos espectadores que deciden hacer caso omiso a las reglas. Fuente:
jalopnik En Centímetros Cúbicos: