CRISIS DE LOS SEMICONDUCTORES
Es la misma donde se da forma al Volkswagen Arteon y donde está previsto el montaje del Volkswagen ID.4 a partir del año que viene.
La escasez de microchips y componentes electrónicos provocada por la crisis de los semiconductores sigue haciendo estragos en la industria del motor. No en vano, este es el motivo que ha llevado a Volkswagen a tomar una drástica solución: la planta donde se fabrica el Volkswagen Passat y el Volkswagen Arteon ha detenido su producción hasta enero de 2022. Es la misma donde está previsto el montaje del Volkswagen ID.4 a partir del año que viene.
El cierre de la planta ha sido el último efecto en cadena de la escasez global de semiconductores que está causando problemas en la producción de vehículos. Tal y como informan Automobilwoche y Automotive News Europe, la plantilla de Volkswagen redujo su horario en la última semana como preludio a un cierre que se ha producido una semana antes de lo planeado originalmente. La planta reanudará su actividad el 10 de enero, después de las vacaciones de Navidad.
70.000 coches menos
Un portavoz de Volkswagen explicó a Automobilwoche que la reducción de las horas laborales se traducirá en una pérdida total de unos 70 días hábiles en 2021. Algo que para la fábrica de Edem supone un “recorte masivo” en la producción. Aunque la marca alemana no ha proporcionado cifras exactas de la caída en la producción, según el comité de empresa se han fabricado 70.000 coches menos: 120.000 vehículos frente a los 190.000 previstos.
Las líneas del Volkswagen Passat y el Volkswagen Arteon no son las únicas afectadas. La producción del Volkswagen Golf y de otros modelos compactos a los que dan forma en la planta de Wolfsburgo se ha suspendido muchas veces este año. Esto ha dado lugar a una situación insólita: la fábrica ha registrado su producción más baja desde 1958.
Otras marcas
La escasez causada por los problemas de suministro y por el aumento de la demanda de bienes de consumo eléctrico durante la pandemia ha afectado a la industria del motor. Millones de modelos han ralentizado su producción porque faltan piezas importantes. Ningún fabricante se ha librado de la actual crisis y lo cierto es que, por ahora, no hay demasiadas soluciones en el horizonte.
Audi también está produciendo menos unidades en sus plantas alemanas a medida que crecen los obstáculos. Renault considera que el suministro de chips será “difícil” hasta mediados de 2022, como mínimo. Y Volvo, por su parte, ha señalado que el abastecimiento aún está restringido, pero la producción, al menos en su caso, está “mejorado mes a mes” desde septiembre.