OCHO GENERACIONES
El Volkswagen Golf cumple 50 años y sigue siendo uno de los modelos más deseados y un superventas dentro del segmento de los compactos. Durante sus ocho generaciones ha demostrado cómo ha conseguido adaptarse sin perder ni un ápice de su personalidad.
La semana pasada os contamos los primeros 30 años de esta leyenda del automovilismo, hoy nos toca seguir con la quinta generación del superventas de Volkswagen. En 2004, la quinta generación llegó con un nuevo enfoque, ya que incorporó mejoras sutiles, pero que no pasaron desapercibidas. Estrenó un nuevo eje trasero de suspensión de cuatro brazos y una transmisión automática DSG de siete velocidades, faros bi-xenón y contaba con sensor de lluvia y techo panorámico.
Pero una de las cosas que caracteriza al Golf es su deportividad, y esta generación es buena prueba de ello, ya que estrenó su primer motor turboalimentado de inyección directa en la versión GTI, para los amantes de la velocidad que buscaban emociones fuertes.
Cuatro años más tarde, en 2008, la sexta generación puso el foco sobre la seguridad y la tecnología de su interior, con innovaciones en este compacto como el control crucero adaptativo, asistente de aparcamiento, suspensión adaptativa o luz de giro dinámica. Todos estos avances fueron acompañados de una nueva motorización con más potencia, con 235 CV en su versión GTI y más eficiente, gracias a la tecnología Common Rail que es tan conocida hoy en día.
En 2012 tocó dar paso a la séptima generación, la cual, aunque no aportó grandes cambios en cuanto a estética, sí se puso a dieta, ya que redujo el peso del vehículo en ni más ni menos que 100 kg, algo que además de repercutir en el manejo al volante también lo hizo en el consumo.
En esta época llegaron los primeros pasos de la marca germana hacia la electrificación con las versiones GTI, GTD, R y Variant. Aunque hoy en día es cotidiano toparse con vehículos eléctricos, en aquel entonces no lo era y Volkswagen decidió adentrarse en este tipo de movilidad con la variante híbrida enchufable, GTE, y la 100% eléctrica, el e-Golf.
Viajamos hasta 2017 para ver la actualización que recibió esta versión, con una ligera modernización exterior y la incorporación de faros delanteros y traseros LED en lugar de xenón. En cuanto a su interior, también llegaron cambios con un nuevo cuadro de mandos digital y nueva pantalla multimedia de 9.2 pulgadas. Además, añadió a su completo paquete de asistencias, el Front Assist con frenada de emergencia y el Traffic Jam Assist.
En 2019 llegó la versión actual del Golf. Como se suele decir, si algo funciona, para qué cambiarlo y Volkswagen se lo tomó al pie de la letra. Con un diseño continuista, pero funcional, sirvió para convertirlo en el modelo más polivalente de su clase.
Con una nueva firma lumínica delantera LED que parece unir ambos faros, junto con un diseño más afilado y una calandra reducida. Todo lo contrario pasaba en el interior, que estrenaba un habitáculo completamente renovado, gobernado por las pantallas táctiles y un nuevo sistema de infoentretenimiento.
Esta generación también ha visto mejoras significativas en la gama mecánica, que ahora incluye desde motores diésel hasta híbridos enchufables, entregando potencias que varían entre los 110 y 333 caballos, entre las míticas versiones R y GTI.
Una de las mayores mejoras del modelo actual es su electrónica, con un tren delantero que entra muy bien en curvas, lo que hace que el vehículo tenga mucho aplomo, además de ser una delicia al volante. Con una dirección más directa y precisa, hace que sea uno de los coches que tienes que probar si eres un amante de la conducción.
Lo más seguro es que en 2025 veamos la actualización de esta octava generación y, como el resto de los modelos del mercado, tendrá un radical cambio hacia la electrificación, lo que sí es seguro es que aunque pasen los años, el Golf nunca perderá su esencia.