REGRESO ACTIVO A LAS AULAS
Uno de los objetivos de la Estrategia Española de Seguridad Vial 2011-2020 es una vuelta al cole activa en la que se apueste por el transporte público, la bicicleta o los desplazamientos a pie.
La segunda semana de septiembre está marcada en rojo en el calendario de millones de familias españolas. La razón es simple: son las fechas elegidas por las distintas comunidades autónomas para el regreso a las aulas. La Dirección General de Tráfico ha aprovechado esto para poner en marcha una campaña relacionada con uno de los objetivos incluidos en la Estrategia Española de Seguridad Vial 2011-2020. La DGT quiere fomentar una vuelta al cole activa invitando a los conductores a olvidarse del coche para apostar por el transporte público, la bicicleta o los desplazamientos a pie.
Los argumentos con los que Tráfico defiende su propuesta van más allá de la seguridad vial de mayores y pequeños. Un regreso activo es bueno para la salud de los niños porque mejora sus condiciones físicas, evita el sedentarismo y la obesidad. A esto hay que añadir los beneficios que tiene sobre el rendimiento escolar: mejora la atención, el interés y la participación en las aulas. Y, por último, les ayuda a socializar compartiendo el camino con amigos o familiares.
Aquellos que opten por regresar a la rutina escolar a pie tienen que tener presente que deben hacerlo por las zonas reservadas para los peatones y que cada cruce tiene que realizarse a través de los pasos habilitados para ello: siempre mirando antes y esperando a que los coches se hayan detenido completamente. Los que se decanten por la bicicletadeberán equiparse para ello (casco y elementos reflectantes), señalizar cada movimiento y respetar al resto de usuarios.
Autobús escolar y vehículos
No obstante, existen motivos relacionados con el mundo del motor. Una vuelta al cole activa se traduce en una mejora de la seguridad vial, en la reducción de la presencia de vehículos a motor y en la recuperación del espacio público para los peatones. Eso sí, no siempre se pueden cumplir con estas recomendaciones: si optamos por algún medio de transporte, la DGT nos recuerda que debemos hacerlo respetando las normas básicas.
Si los más pequeños de la casa utilizan el autobús escolar tendrán que hacerlo usando el cinturón de seguridad, que reduce las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco. La DGT, además, insiste en la subida y bajada del bus: 9 de cada 10 accidentes en transporte escolar tienen lugar en ese momento y suelen ser atropellos provocados por una distracción.
Y, finalmente, optamos por nuestro vehículo particular tendremos que tener presentes las medidas que afectan a nuestros hijos: los que viajen en coche tendrán que hacerlo con su correspondiente Sistema de Retención Infantil (SRI) y los que lo hagan en moto deberán protegerse con casco y vestimenta adecuada siempre y cuando tengan más de doce años o de siete si se desplazan junto a su madre, padre o tutor.