PARA LOS MODELOS TÉRMICOS YA COMERCIALIZADOS

Bentley apuesta por los biocombustibles también en su era eléctrica

Bentley estuvo presente en el pasado Festival de Goodwood para mostrar seis modelos de combustión que empleaban biocombustibles sin haber realizado ningún tipo de modificación al propulsor, incluso en su veterano Bentley 1920 EXP2 con más de 100 años de historia

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Muchas veces la presencia de un fabricante en el Festival de Goodwood se refiere únicamente a fines promocionales, a no perderse una de las grandes fiestas de la industria y del motorsport, poniendo en entredicho que mucho de los prototipos y de las tecnologías allí presentes vayan a pasar de esa primera fase. En el caso de Bentley parece que las opciones iban por otro lado si tenemos en cuenta que, en la pasada edición del evento británico, la firma alada estuvo allí presente con un ‘catálogo’ de seis modelos que empleaban en su totalidad biocombustible

La iniciativa no se puede tomar a la ligera, la que la propia Bentley la ha considerado todo un experimento, ya que ninguno de los vehículos había requerido modificaciones en el propulsor térmico para emplear dicho combustible, completando las 32 subidas a la ‘Hill’ sin ninguna sorpresa incomoda y con un buen rendimiento. Únicamente se hizo un reemplazo de la bomba de gasolina, seguramente por unas características del nuevo biocombustible a utilizar que requerían unas condiciones de uso y de presión específicas.

Lo utilizarán su flota de prensa y el departamento Heritage | Bentley

Muchos se pensarán que esto se debe a que los modelos que habían sido empleados para la exhibición eran en su totalidad modernos, provenientes de este Siglo XXI y que la tecnología que usan permitía una fácil adaptación, sin embargo, Bentley estuvo incluso presente con su modelo original superviviente más antiguo, el Bentley 1920 EXP2 y sus 103 años de eda, el cual también completó su recorrido sin ningún tipo de problema.

Desde Bentley afirman que este tipo de combustible, además de ser 100% renovable (creado a partir de biomasa residual fermentada) y reducir las emisiones de CO2 en un 85 por ciento respecto a la gasolina, es capaz de ser empleado en cualquier automóvil con un propulsor convencional, cumpliendo con la norma EN228. Si bien no entra en conflicto con la estrategia de futuro de Bentley de convertirse en una firma de vehículos eléctricos de cara a 2030, el fabricante de Crewe quiere ofrecer una alternativa a los propietarios de un Bentley, estimándose que en la actualidad hay en torno a un 84% de vehículos construidos por el fabricante británico que sigue están en condiciones de circular.

La iniciativa ha comenzado en el propio corazón de la compañía y se ha instalado un gran depósito de 1.200 litros en la factoría que será empleado tanto por los vehículos del departamento Heritage como por el apartado de vehículos de prensa.