Nos adentramos en la historia de
una de las compañías españolas más famosas del mundo, Repsol.
A finales de los años 60 el deporte del motor comenzó a eclosionar en nuestro país, momento que Repsol aprovechó para convertirlo en banco de pruebas para el desarrollo de sus productos. La mítica Escudería
Repsol fue el punto de partida de la historia de la marca en competición iniciativa que se vio reforzada dos años más tarde en el motociclismo, de la mano de Derbi y de un, por aquel entonces, jovencísimo Ángel Nieto.
47 años después Repsol sigue con el mismo objetivo para hacer realidad los sueños de muchos pilotos. Porque Repsol ha seguido creciendo, innovando e incorporando nuevos productos a sus gamas que, como los lubricantes Elite, se han desarrollado para cumplir las máximas exigencias de los sofisticados motores. La escalada de potencia, de prestaciones y la sofisticación técnica requieren lubricantes capaces de adaptarse a cada tipo de vehículo y a sus exigencias, con el fin de proteger correctamente la mecánica y evitar un desgaste prematuro soportando a la vez las más altas exigencias y temperaturas. Las exigentes normativas medio ambientales y los nuevos materiales que utilizan los fabricantes de automóviles para construir sus motores obligan a una evolución constante a la hora de formular lubricantes que se adapten a ello. Y en Repsol lo saben; los lubricantes Elite son la mejor prueba.