Land Rover cumple 70 años y nos sumergimos en la Land Rover Party para celebrarlo
En su 12º edición nos metemos de lleno en la Land Rover Party celebrada en Les Comes
Un año más, y ya van 12, Land Rover volvió a reunir en la fina Les Comes (Barcelona) a centenares de clientes y aficionados de Land Rover para celebrar la Land Rover Party. Hablamos a estas alturas de un evento de proyección internacional que se ha convertido en lugar de peregrinación obligada para los amantes del todoterreno, especialmente todos aquellos que quieran llevar al límite sus monturas sin importar el modelo Land Rover que conduzcan. Pero este año 2018 tenía algo especial, y es que Land Rover cumplía 70 años, un aniversario sumamente importante que además tenía muy reciente la desdepedida del Land Rover Defender.
Es por ello por lo que en esta cita tan especial Land Rover nos invitó a conocer de primera mano qué es la Land Rover Party y hasta qué punto podemos descubrir los límites de un 4x4, y vaya si los descubrimos. Celebrado en fin de semana, aunque con asistentes que llegan incluso días antes, llegamos un Viernes para conocer de primera mano las instalaciones y pistas en las que se van a centrar todos los actos. El plato fuerte de la Land Rover Party son las pistas todoterreno, existiendo nada menos que 70 kilómetros transitables que abarcan tipologías de todos los tipos de dificultad, estando correctamente categorizadas para saber a lo que nos enfrentamos. Hay mucho donde escoger, tanto como coches y conductores, descubriendo como al igual que sucede con las pistas de esquí, los colores indican la dificultad de las pistas.
Tras un reconocimiendo de los campamentos y las zonas de formación donde cualquier cliente de Land Rover recibe un curso sobre las posibilidade sus vehículos, nos dirigimos a la entrada de las zonas más complejas, lugar donde nos esperaba una flota de Land Rover Discovery dispuesta a demostrarnos que cuando una pista habla de colores negro y marrón significa que estamos ante off-road extremo. Con permiso del ya cesado Defender, el Land Rover Discovery defiende hoy el concepto más prestacional de todoterreno, una suerte de coche familiar capaz de cobijar hasta 7 ocupantes, pero donde las aptitudes todoterreno juegan un papel crucial. Veamos si es así.
A través un recorrido que mezclaría diferentes pistas, secciones y niveles de dificultad, nos pusimos al volante de nuestro Land Rover Discovery para seguir una caravana que nos llevaría a coronar el punto más alto de la finca, el Puig de Sants con una altura de 612 metros. El objetivo de la prueba era aparentemente sencillo, conseguirlo no tanto, pues tendríamos que sacar todo el potencial del Discovery para subir pendientes que, literalmente, parecían imposibles. Este tipo de pruebas son el objetivo de la Land Rover Party, pues es aquí donde reside el sentido de acudir con familia o amigos, buscando conocer al detalle tu vehículo y proponiéndote descubrir tus límites y los del coche para aprender a superarlos.
Como ya he dicho, había zonas que parecían realmente imposibles de cruzar, sin embargo uno tras otro el Discovery iba demostrando con pasmosa facilidad como salía airoso de esas situaciones que a nuestro parecer eran "imposibles". Suspensión en su altura más elevada, modo rocas en el Terrain Responde y reductora insertada, con ese cóctel el Discovery avanza por donde se proponga, necesitando tan solo que gobernemos con tacto el acelerador o el freno, pero nada más. Lo que años atrás suponía un nivel de pericia al alcance de solo unos pocos, hoy en día está al alcance de todos, demostrando que la tecnología hace fácil lo inmensamente difícil, siendo realmente sorprendente como el Discovery avanza de forma suave y sostenida por cualquier superficie sin importar cuán rota, bacheada o inclinada esté.
Avanzamos por diferentes tipos de terreno, echando tan solo de menos la presencia de agua o barro que era inexistente en las fechas en la que se celebró esta Land Rover Party (del 28 al 29 de Septiembre) por la falta de lluvias. Hablando con organizadores y asistentes nos comentaban que otros años el barro había sido el protagonista, poniéndolo todo más difícil, pero al mismo tiempo más divertido. Terminada la ruta sin el que Discovery se inmutara tocó hacer reconocimiento del campamentos con los nuevos visitantes. Se ven matrículas de toda Europa, pero lo que realmente sorprende es ver todo tipo de Land Rover con preparaciones que rozan la locura. Hay de todo y para todos los gustos, desde coches clásicos restaurados cual coche recién salido de fábrica, a auténticos montruos del 4x4 que no conocen terreno que les impida pasar. No cabe la menor duda, si tienes un Land Rover, aunque sea por una sola vez tienes que apuntarte.