Esta semana en CC hemos probado el Aston Martin DBXcon unas llantas de 22 pulgadas que dejan entrever un equipo de frenos sobredimensionado.

Cuenta con unas líneas elegantes y musculosas propias de la firma inglesa. La enorme parrilla delata su ADN, el logo sobre el capó es el más grande que se ha empleado nunca; las ventanas sin marco revelan sus raíces y, la parte trasera, tiene mucho en común con el Vantage.

Cuenta con 550 caballos y un cambio automático de nueve velocidades con levas tras el volante. En esta ocasión, además, cuenta con tracción a las cuatro ruedas y hasta seis modos de conducción: cuatro para el asfalto y dos para tierra.

El chasis está construido en aluminio y materiales compuestos, para intentar contener el peso. Aún así, supera los 2.300 kilos, pero hay que tener en cuenta que mide dos metros de ancho y más de cinco de largo.

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