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Nos subimos al Cupra Terramar PHEV, un SUV que respira deportividad

En Centímetros Cúbicos probamos el nuevo Cupra Terramar, el PHEV de Cupra que hace honor a la marca, y al nombre.

El nombre del coche que hemos probado se remonta a 1923, el año en que se inauguró esta pista… Un óvalo de 2 kilómetros con peraltes de 60 grados que fue escenario del primer Gran Premio de España de automovilismo. Su firme ha vivido muchas historias con olor a competición. Y más de 100 años después, revive con la nueva creación de Cupra.

El Cupra Terramar rinde homenaje al mítico autódromo peraltado, situado cerca de Sitges. Porque es un coche que respira esa deportividad que evoca su nombre y que le convierte en una de las grandes apuestas de la marca española.

La cara de tiburón que Cupra ha estrenado en sus nuevos modelos, aquí tiene una dimensión de 1,8 metros de anchura, redondeada en los extremos para acoger los faros de tres triángulos Matrix Led Ultra, alineados con el capó deportivo de aristas. Unas líneas que recorren su lateral de 4,5 metros y que paran en la trasera, donde el centro de atención es el logo de Cupra. Desde ahí la luz fluye hacia los laterales también con luces triangulares; debajo está el difusor trasero, otro guiño a los coches de carreras.

Cupra Terramar PHEV | Centímetros Cúbicos

El salpicadero 3D y la “columna vertebral” de su consola central, te dan la bienvenida a su interior. Junto con el volante, con levas y los botones satélite, para moverte rápido por los menús. Tras él tienes toda la información en el Digital Cockpit. Y hay más en el sistema de info-entretenimiento, compatible con Apple CarPlay o Android Auto y con carga inalámbrica refrigerada, con pantalla de 12,9 pulgadas y control deslizante retroiluminado. Lo más importante es estar pendiente de la carretera. Para eso el “Windshield Head-up Display” proyecta la información en el parabrisas.

Los coches que corrían en Terramar iban pegados al suelo. Éste, a pesar de su altura, se agarra bien, gracias a una suspensión deportiva que reduce la altura en 10 milímetros. Se agradece en las curvas, igual que la dirección progresiva, que trabaja en función de la velocidad a la que vas, en pro de la agilidad y de tener más control de la situación.

Además, estrena nueva generación del Control de Chasis Adaptativo, con amortiguadores de dos válvulas, que le hacen ser dinámico y preciso. Como también lo es frenando, gracias al servofreno eléctrico. Además, en el caso de la versión hemos probado, puede recuperar energía de frenada mediante la función “Blending”.

Cupra Terramar PHEV | Centímetros Cúbicos

Porque hemos elegido la versión híbrida enchufable, conocida como e-Hybrid. Hay dos: una de 204 caballos y la VZ de 272 caballos, que es la que hemos conducido. Ambas disponen de la caja de cambios automática DSG de doble embrague.

Con ellas tienes las ventajas de un motor de gasolina y además dispones de la etiqueta Cero y de más de 100 kilómetros de autonomía en modo eléctrico, gracias a su batería de 19,7 kWh.

Puedes regular la entrega de potencia del coche con los modos de conducción, adaptados a cada situación a la que te enfrentes en la carretera. Por cierto, el control electrónico de estabilidad puede ajustarse en el modo Sport, y en el caso de la versión VZ permite su desconexión.

Cupra Terramar PHEV | Centímetros Cúbicos

El conductor debe tener siempre todo bajo control. Pero a veces las cosas se complican por imprevistos, meteorológicos o de tráfico. Y ahí se agradece mucho que existan tecnologías como las ayudas a la conducción o como el Nivel 2 de conducción autónoma. Porque entre los sistemas de seguridad que tiene el nuevo Terramar están, entre otros, el asistente de crucero adaptativo y el predictivo.

Este último corrige la velocidad en función del trazado de la carretera, teniendo en cuenta curvas, rotondas, cruces, límites de velocidad y áreas urbanizadas. Gracias a la información de la cámara frontal y el reconocimiento de señales de tráfico.

En definitiva, la nueva apuesta de Cupra sigue la senda marcada por el resto de la gama. Y por eso no deja indiferente a nadie y viene con la ambición de convertirse en un auténtico superventas, un reto que no es fácil.