Hemos probado en Alemania el Opel Grandland X, el SUV con el que Opel aspira a ponérselo difícil al todopoderoso Qashqai. Ya a la venta desde 22.250 €, sus grandes cualidades son el espacio interior, su amplio equipamiento tecnológico y un diseño para todos los públicos que no disgustará a nadie.
Planteamiento del Opel Grandland X
El
Opel Grandland X es un SUV de tamaño mediano. Con una
longitud de 4.477 mm y compartiendo plataforma y mecánicas con su primo el
Peugeot 3008, el Grandland X se sitúa entre los grandes del segmento, siendo más largo que un SEAT Ateca o un Nissan Qashqai y justo en la línea de un Kia Sportage o un Hyundai Tucson, siempre en la misma gama de precios y con un enfoque similar. El diseño del Opel Grandland X parece pensado para no disgustar a nadie. Sus rasgos son suaves, sus líneas sencillas y resulta atractivo y sin estridencias desde el primer momento. Dispone de un
amplio maletero de 514 litros, entre lo mejor de la categoría, y 5 cómodas plazas.
La sensación de amplitud se ve magnificada por el diseño del salpicadero, en ligera caída, y por la posibilidad de equipar un gran techo panorámico. En su interior nos encontramos de nuevo con un diseño muy convencional y, por tanto, muy alejado de la propuesta que Peugeot ha realizado sobre la misma base, un 3008 en el que todo es innovador y rompedor. En este caso, el cuadro es totalmente analógico, si bien dispone de una gran pantalla central táctil y un sinfín de tecnologías que desgranaremos más adelante.
Motores del Grandland X
La gama del Opel Grandland X se configura en torno a un único
motor de gasolina, el 1.2 PureTech de Peugeot con tres cilindros y 130 CV de potencia y un único
motor diésel, el 1.6 BlueHDI también del grupo PSA con 120 CV, que Opel denomina CDTi. Al volante, ambos motores destacan por un silencio de marcha bastante conseguido (aunque superior en el gasolina) y un
carácter tranquilo aunque con suficiente empuje como para mover sin complejos el coche. Para un uso en ciudad, autopista o carretera poco exigente, harán las delicias de su conductor, sobre todo por su bajo consumo.
El motor diésel puede llevar en opción el cambio automático EAT6, de 6 velocidades por convertidor de par. Se trata de un cambio bastante recomendable, que apenas penaliza los consumos y tiene un tacto suave muy acorde con el espíritu del coche. Este cambio no está disponible para el modelo de gasolina. En enero 2018 saldrá al mercado la versión BlueHDI de 180 CV que, con un nivel de acabado aún más alto que el actual Excellence se convertirá en el techo de la gama.
Equipamiento destacado del Grandland X
Otro de los puntos clave del Opel Grandland X es su
gran equipamiento tecnológico, en el que no se echa en falta prácticamente ningún elemento ni tecnología presente a día de hoy en el mercado. Podemos comenzar con sus
faros AFL LED con siete modos distintos de iluminación: luz de carretera secundaria, luz de autopista, luz de ciudad/luz de zonas peatonales, luz estática de giro, luz de clima adverso, luz dinámica de curva y asistente de luces largas. Estos faros están
entre lo mejorcito del mercado por calidad de iluminación y por funcionamiento de su automatismo. El Grandland también cuenta con
control electrónico de tracción IntelliGrip con cinco modos, si bien
no puede disponer de tracción integral ni siquiera en opción.
Otros elementos de seguridad incluidos en su larga lista de equipamiento serían el reconocimiento de señales de tráfico y la alerta de cambio involuntario de carril, control de crucero adaptativo, alerta de colisión frontal con detección de peatones y frenada autónoma, alerta de fatiga, alerta de ángulo muerto o sus cámaras de visón 360º. Cuenta también con asistente de aparcamiento automático, un elemento que, si bien resulta espectacular en su funcionamiento, de momento sólo resuelve el estacionamiento en sitios bastante amplios, con lo cual nos obligará a maniobrar manualmente cuando más lo necesitaríamos. El portón del maletero cuenta con apertura automática por "pedal invisible".
Como ya es habitual en Opel, el Grandland X cuenta con el servicio de atención al cliente y alerta en emergencias Opel OnStar, con punto de acceso Wi-Fi y otros servicios como reserva de habitación en hoteles y búsqueda de aparcamiento. La conectividad con nuestro móvil también está garantizada a través del sistema IntelliLink de última generación con Android Auto y Apple CarPlay, con pantallas táctiles en color de hasta 8 pulgadas, además de carga inalámbrica para móviles compatibles.
Precios del Grandland X
Los precios del Grandland X
arrancan en los 22.250 € para el modelo básico con motor de 130 cv gasolina y acabado básico Selective, en el que estarán ausentes muchos de los elementos que acabamos de mencionar, pero ya cuenta con llantas de aleación, sistema Intellilink, pantalla táctil y servicio Opel OnStar, así como clima bizona, asistente de arranque en pendiente y todo lo que podríamos considerar imprescindible hoy en día. En el otro extremo de la gama se sitúa el CTDi de 120 cv diésel en acabado Excellence y con cambio automático, que se quedaría en
27.000 € sin extras, como
tope de gama por el momento.
Conclusiones
El Opel Granldand X se presenta como
un coche familiar muy competente. Es realmente amplio, tanto en sus plazas delanteras como traseras, cuenta con uno de los mejores maleteros de la categoría con 514 litros de capacidad y
sus posibilidades de equipamiento son prácticamente infinitas. Con este planteamiento, un buen chasis y una gama de motores modernos y eficientes (aunque no muy prestacionales) se postula como
una opción muy a tener en cuenta en un segmento en el que la altísima competencia ha obligado a todos los fabricantes a estar presentes con sus mejores productos.