¿Por qué se han convertido los crossover en el coche favorito de los compradores? Si tuviéramos que estudiar el éxito de los SUV, además de hablar de su estética, atractiva para muchos conductores, también tendríamos que mencionar otros aspectos, como su practicidad, un puesto de conducción elevado, o incluso el espacio que ofrecen en su habitáculo y en el maletero. ¿Pero qué sucede cuando un fabricante apuesta por un vehículo en el que la estética y la distinción prima sobre todo lo demás? Así ha nacido el
Toyota C-HR, que ya hemos tenido ocasión de
probar en una primera toma de contacto en los últimos días. Un crossover diferente, en el que la estética, y el diseño, son sus mejores bazas para atraer al consumidor. Con el Toyota RAV4 en los concesionarios, creciendo poco a poco gracias a una gama que ha recibido un buen empujón con la llegada de su variante híbrida, el
Toyota RAV4 Hybrid, la marca japonesa no necesitaba cubrir las necesidades del cliente que busca un todocamino muy espacioso y práctico. El objetivo del
Toyota C-HR, que a pesar de lo que puedas imaginar por su apariencia exterior
es solo 2 centímetros más corto que un Nissan Qashqai, y 25 centímetros más corto que el propio RAV4, era el de atraer a clientes que busquen un coche atractivo, y diferente, sin que el espacio, ya sea de carga, o en sus plazas traseras, sea su gran prioridad. Sin ir más lejos, el maletero del Toyota C-HR, aunque suficiente, no goza de tanto espacio como sí pueden ofrecer otros crossover de su tamaño.
Y es que
el Toyota C-HR ha querido dirigirse, sin preámbulos, y tal y como nos reconocía la propia marca, a conductores más jóvenes, probablemente sin hijos. Toyota quería apostar por una estética más próxima a la de un coupé, en el envase de un todocamino, y con cuatro puertas, para atraer a un cliente que probablemente conceda una mayor importancia a la distinción, o al hecho de estar a la última, que a poder cargar la compra del mes en el maletero, o el carrito del bebé. Estamos ante uno de los diseños más atrevidos, por no decir el que más, que Toyota haya presentado en los últimos años. Por otro lado, y pese a que en España solo lo veremos con una mecánica híbrida,
el Toyota C-HR es el producto más atrevido, y quizás el más divertido de conducir, que hayan presentado en mucho tiempo, con permiso de auténticos deportivos como el Toyota GT86. Pensemos que desde el punto de vista eminentemente práctico, hay opciones más interesantes en la gama Toyota.
Bien equipado de serie, eso sí, el Toyota C-HR arranca en 24.250€. Por ese precio bien podrías optar a alternativas más prácticas, como el Toyota Auris Hybrid, y por poco más ya podrías optar por un Toyota RAV4, si bien es cierto que en su versión híbrida ya se sitúa al borde de los 30.000€.
El Toyota C-HR está disponible de serie, en su acabado
Active, con llantas de aleación de 17”, sensor de luz y de lluvia, e incluso todas las ayudas a la conducción de Toyota Safety Sense. Por poco más, por 24.990€, ya se ofrece un acabado
Advance equipado con llantas de 18”, cuero parcial, cristales trasesros oscurecidos, asientos calefactados, asistente de aparcamiento, etcétera. Por 27.000€ aún puede soptar por un
Advance Plus con faros full LED, equipo de sonido JBL y alerta de tráfico trasero. Por 28.500€, el
Dynamic Plus ya ofrece tapicería de cuero completo y acabado de carrocería bitono con techo en negro.
Aunque la mecánica híbrida se antoja perfecta a la hora de conseguir un consumo muy contenido, y un coste por kilómetro en cifras que solo - y en algunos casos concretos - podría mejorar algún diésel, echamos de menos en la gama Toyota C-HR un motor más picante y deportivo. Fuera de nuestras fronteras también estará disponible con un motor de gasolina 1.2 Turbo de 116 CV de potencia que, de momento, no llegará a España. En España, mientras tanto,
se comercializará el Toyota C-HR Hybrid con una mecánica híbrida ya conocida de otros productos de Toyota, con su motor de gasolina de 1.8 litros y 122 CV de potencia, asociado a un motor eléctrico, y una transmisión de tipo variable continuo, de tipo CVT. Con ello estamos ante una mecánica suave, incluso en aceleraciones continuas, en las que se nota un buen trabajo en el aislamiento acústico, aunque el ruido que genera el motor térmico en aceleraciones intensas sigue siendo elevado. Gracias a esta mecánica, el Toyota C-HR homologa un consumo desde 3,6 litros/100 kilómetros, con cifras que en condiciones reales podrán girar en torno a los 4 litros/100 kilómetros, y probablemente algo más en carretera.
Más allá de su aspecto exterior,
el Toyota C-HR también presume del diseño interior más moderno y atrevido de Toyota. La marca japonesa ha apostado por un habitáculo muy colorido, en el que se combinan materiales modestos, como plásticos rígidos, y algo mullidos, y acabados en negro piano, con materiales más nobles, como la piel. Sobre el salpicadero destaca, sobre todo, una pantalla táctil que se erige como el centro neurálgico de los sistemas de entretenimiento, navegación y conectividad. También nos encontramos con una colorida cenefa que aporta el toque más juvenil a este coche. Nos sorprendió, por ejemplo, un diseño de asientos bastante cómodo, e incluso deportivo, con muy buena sujeción lateral y ajuste lumbar eléctrico.
Aunque la dirección del Toyota C-HR, como sucede en muchos otros coches modernos con sus direcciones eléctricas, se antoja demasiado asistida, el tacto nos pareció más agradable que en otros coches de Toyota por su peso y dureza. También nos gustó, y mucho, el equilibrio de las suspensiones a la hora de contener los balanceos. Es probable que en este Toyota C-HR haya influido la ventaja de instalar las baterías en una posición muy baja, y hacia la trasera, que permite rebajar el centro de gravedad en un híbrido de estas características. Pero también se aprecia que las suspensiones han sido diseñadas para ofrecer un buen rendimiento, y confianza, por ejemplo en tramos de curvas. Durante toda la prueba fui consciente de un hecho, este chasis podría digerir muy bien un motor más potente.
Sin más, el Toyota C-HR ya está disponible para su reserva en los concesionarios españoles. Las entregas ya han comenzado con las primeras 200 unidades de la edición de lanzamiento Toyota C-HR Launch Edition, que se agotaron en menos de un mes.