HABRÁ 3 VERSIONES Y EL TURBO GT DESAPARECE EN EUROPA
Stuttgart ha llevado acabo profunda actualización del actual Porsche Cayenne, que se moderniza de manera más que notable para seguir siendo uno de los SUV premium más apreciados y populares del mercado. En CC ya lo hemos probado.
Han pasado más de 20 años desde que Porsche presentará al público el Cayenne, su primer todoterreno. Y, a día de hoy, se mantiene como una referencia entre los SUVs deportivos y de lujo. Pero mantenerse en el top no se consigue sin esfuerzo.
Porque el Cayenne es el Porsche de los todoterreno. Y por eso la marca ha llevado a cabo una puesta al día en profundidad de la tercera generación. Una generación que tiene que estirar su vida algo más de lo normal, ya que la cuarta será 100% eléctrica.
En el exterior, uno de los cambios más evidentes es el parachoques nuevo. Pero si nos fijamos en detalle, los faros Matrix LED se han rediseñado y, opcionalmente, se puede equipar con los avanzados HD Matrix LED, con dos módulos de alta definición y 32.000 píxeles por faro, que gradúan la luminosidad en más de 1.000 niveles, según las circunstancias de la conducción.
En la parte trasera, los pilotos están en relieve y ocupan todo el ancho del coche. Lo que ha llevado a recolocar la matrícula en el paragolpes. También hay nuevos diseños de llantas que pueden ser de 20, 21 y 22 pulgadas. Pero el mayor cambio, está en el interior.
Además del nuevo salpicadero, con el botón de arranque y el selector de cambios reposicionados en el panel frontal, el interior cuenta como novedad con tres pantallas heredadas del Taycan, que tienen mucho protagonismo. Una curvada, de 12,6 pulgadas, para el cuadro de instrumentos. Otra táctil, de 12,3 pulgadas, ubicada en el salpicadero, que reúne las funciones del sistema de infoentretenimiento. Y una tercera de 10,9 pulgadas para que el pasajero acceda también al sistema multimedia.
Así va en marcha el nuevo Cayenne
La tecnología que hemos visto en su interior, no se queda ahí; también está en los asistentes de conducción y sistemas de seguridad, con un funcionamiento realmente preciso. Como el limitador de velocidad activo, el asistente de mantenimiento en el carril o el sistema InnoDrive, que permite realizar maniobras de esquiva.
La suspensión del Cayenne siempre ha estado a la altura de lo que se espera de un SUV de lujo y de un Porsche. Y en esta actualización no se iba a quedar atrás; ahora tiene nuevos muelles y amortiguadores. Y esto se traduce directamente en mayor comodidad y también en más seguridad.
En total, son tres versiones: el V6 (unidad de prueba y variante de acceso); la versión S, que ahora cuenta con un motor V8 biturbo de nuevo desarrollo y 474 caballos; y una versión híbrida enchufable de 470 caballos que, ahora ofrece una mayor autonomía eléctrica, de hasta 90 kilómetros, gracias a una batería de mayor capacidad.
No, no nos hemos olvidado del Turbo GT, pues éste se queda fuera del mercado europeo e irá solo al americano… las leyes medioambientales de la Unión Europea mandan. Por eso, tanto el V6, como el V8 y el híbrido enchufable con motor V6, han mejorado en eficiencia y rendimiento. Y esto se suma a la afinada puesta a punto del chasis del Cayenne, hace que cualquier trayecto sea un placer.
Se puede considerar casi una generación 3.5, la última con motores de combustión antes de que le llegue la electrificación total. Pero no debemos quedarnos solo con eso, porque hay vida más allá… Tenemos que poner en valor la actualización del interior, su diseño… Pero sobre todo, lo relativo a seguridad y eficiencia. Que hacen que el Cayenne siga siendo uno de los referentes en su categoría.