MÁS ALLÁ DE UN MERO TRANSPORTE
Probamos el Alfa Romeo Stelvio diésel de 210 caballos, un modelo que juega con la estética y la deportividad a su favor y además es práctico para familias.
Esta semana en Centímetros Cúbicos hemos probado el Alfa Romeo Stelvio, el primer todocamino de la marca. En concreto la variante Diésel, acabado Veloce, en la cual está presente la deportividad. Al volante tienes la sensación y el tacto de un deportivo, gracias a elementos como el volante ergonómico, los relojes analógicos o el botón de arranque.
Es un todocamino ágil que hemos llevado por carretera de montaña para probar cómo se comportan los 210 caballos de su motor Diésel. Un corazón que le hace acelerar de 0 a 100 en 6,6 segundos y que le da ese nervio 'controlado' que te hace disfrutar al conducirlo. Dentro de los diésel hay tres motores disponibles con potencias de 160, 190 y 210 caballos. De gasolina hay otros tres para elegir: 200, 280 y los 510 caballos del Quadrifoglio.
Tiene tres modos de conducción: Dynamic, Normal y Advanced Efficiency. En estos dos últimos, el coche tiene la función de avance por inercia, eso significa que favorecen la conducción “a vela”. Es decir, cuando no aceleramos, el coche no tiene la resistencia del freno motor.
Además, la caja de cambios es bastante rápida y es automática, de 8 velocidades, que permiten aprovechar toda la potencia del motor y optimizar el consumo. Pero si quieres más deportividad, puedes utilizar las levas que hay detrás del volante.
No es un coche de carreras ni tampoco lo pretende. Es ese tipo de coche que se convierte en parte de tu ocio, no un mero transporte. Juega con la estética y con la deportividad a su favor. Sin olvidarse de la seguridad, está disponible con propulsión trasera y tracción total, eso hace que notes un efecto atracción con la carretera, que genera confianza.
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